viernes, 29 de noviembre de 2013

29 de Noviembre de 2013
La Herencia.



En un país árabe un mediador itinerante iba haciendo su ruta montado en su camello.   

A la entrada de un pueblo observó como tres hombres discutían acaloradamente, se acercó a ellos y tras preguntar por qué discutían le respondieron que eran hermanos y su padre había fallecido dejándoles en herencia todos sus camellos debiendo repartirlos de la siguiente forma: la mitad para el primogénito, una cuarta parte para el segundo hijo y una sexta parte para el más pequeño.

El problema era que el padre les había dejado once camellos y no sabían cómo hacer el reparto sin cortar algún animal, cosa que no querían hacer.

 El mediador itinerante se quedó pensando unos momentos y les dijo: “Disponed de mi camello como si fuera vuestro y podréis encontrar la solución.”

                                                                                                                      



  
 Al disponer del camello del mediador los tres hermanos tendrían doce camellos. Si efectuaban el reparto tal y como había dispuesto su padre le correspondería al mayor la mitad de los camellos que son seis, al segundo una cuarta parte que son tres y al menor una sexta parte que son dos.



Pero como 6+3+2= 11  les sobraba un camello que es el del mediador. Le devolvieron su camello y organizaron una fiesta para agradecerle su intervención y el mediador siguió su camino en busca de más conflictos que gestionar. 


Tan fácil como eso, un sólo gesto simple y a la vez definitivo con el que se soluciona un problema importante. ¿Todo el mundo habría caído en hacer lo que hizo el mediador?





Esa es nuestra labor y después......desaparecer, dejando a los mediados celebrando su victoria.








Feliz fin de semana y hasta el lunes.


F

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