Madurez y felicidad, buen tándem para los jóvenes.
Hace poco leí un artículo de Claudio Naranjo que me hizo reflexionar sobre esto. En su artículo se pregunta: ¿quién nos enseña que ser feliz es importante para la vida?
Me gusta observar a la gente y si puedo escucharla, y ahora que tengo hijas "adolescentes", "post adolescentes"....., (no se como clasificarlas ya que esta etapa se ha extendido tanto que no se dónde empieza y dónde acaba), todavía más.
Los jóvenes de hoy en día son una generación "nómada", como yo las llamo, que van de un sitio para otro pero no se establecen en ninguno. Saben de todo, y no intentes enseñarles porque ya lo hacen mejor que tú. Pero a la vez no saben de "nada".
Volviendo a la pregunta de Claudio, ¿saben ellos realmente que lo importante en esta vida es ser feliz?, ¿saben lo que se necesita para ello? La respuesta sería difícil de contestar ,y si hay que generalizar más aún.
Empiezo hablando de la madurez, y creo que esa es la clave de todo. Al igual que una manzana para ser consumida hay que dejarla que llegue a su estado idóneo, así las personas necesitamos también pasar por ese tiempo que hace que se consiga entender que cada edad tiene su grado.
Para ser feliz hay que saber ser independiente, autónomo, valerse por uno mismo, saber pedir ayuda, seguir aprendiendo todos los días, aprender de los errores......Desde luego que sobra decir que disfrutar con lo que se hace, valorar lo que se tiene y no tanto lo que no se tiene. No correr tanto, que la vida es muy larga, saborearla, pararse de vez en cuando y .....respirar.
Quien me conoce sabe que las nuevas tecnologías y yo andamos un poco a la gresca, aunque cada vez intento quererlas un poco más porque se que sin ellas no puedo vivir.
De esa misma forma, los jóvenes deben de aprender a vivir, y ello conlleva saber guisar, comprar, limpiar......en definitiva, organizarse, implicarse, comprometerse, convivir.
Yo le contestaría al Sr. Naranjo acerca de quién nos enseña a ser feliz, y le diría que más que quién, qué, la madurez. Unos aprenden antes y otro después.
Tan importante como ser inteligente, es tener inteligencia emocional, que como decía Goleman, "minimiza los efectos del estrés y lo previene, mejora el bienestar emocional, mejora las relaciones interpersonales, mejora el rendimiento laboral.....", y yo agregaría, ayuda a ser feliz.
Madurar no significa perder la inocencia, la ingenuidad.... sino tener conciencia de lo que se quiere, de lo que cuesta, del camino hacia ello, del buen conformismo, del saber ser y del saber estar.
Madurar no significa perder la inocencia, la ingenuidad.... sino tener conciencia de lo que se quiere, de lo que cuesta, del camino hacia ello, del buen conformismo, del saber ser y del saber estar.