31 de Mayo de 2022
QUE DIFÍCIL ES SER HOMBRE.
Hoy, por desgracia, tengo que decir que el hombre en España lo tiene crudo.
Cuando buscamos la igualdad queremos que aquello o aquellos que están en un plano menor consigan ponerse a la altura de los demás. De esta forma igualamos, dentro de la desigualdad, a unos y otros.
Lo malo es cuando guiados por un odio irracional, un rencor sin sentido, le hacemos al otro lo que hemos estado criticando que ellos nos hacían, volviendo a dejar la balanza de nuevo torcida, pero ahora hacia el otro lado.
¿Tiene esto sentido?
Ninguno.
Cuando veo, leo y escucho a mujeres exaltadas, etiquetando a los hombres con unos adjetivos, que de ser hacia nosotras no me quiero imaginar lo que pasaría, me da vergüenza ajena y mucha pena.
No tengo hijos varones, son dos niñas, pero he tenido padre, tengo tres hermanos y un marido, muchos amigos, tios, sobrinos, cuñados... entre otros, y ninguno se merecen las calificaciones de estas enloquecidas.
Si para vestir a un Santo tengo que desnudar a otro, no le encuentro el sentido de tanto trabajo.
A estas mujeres las tengo que definir como enloquecidas y no como feministas. A lo largo de la historia han habido mujeres que se han dejado el tipo y la vida por luchar por los intereses de la mujer. No se merecen que se las metan en el mismo saco.
Este manicomio de mujeres que tenemos en este Gobierno debe de estar rodeado de padres, maridos, hijos y hermanos malos como la quina. Maltratadores, violadores y sin ser dignos de ser creidos y valorados por el hecho de haber nacido con sexo masculino.
O yo soy una privilegiada o estas cabras locas, que no tienen otra cosa que hacer más que destrozar la convivencia entre mujeres y hombres, son las desgraciadas que han tenido a los más malos del planeta dentro de su ámbito familiar.
¿Nos podemos imaginar un mundo sin hombres como ellas proponen? Desaparecería la especie. Pero eso es algo que no entra dentro de su intelecto.
El mal está tanto en los hombres como en las mujeres. Hay hombres muy malos, y mujeres malísimas.
Lo que hay que hacer es educar en valores tanto a unos como a otros. Reivindicar derechos perdidos e intentar vivir en armonía. No nos queda otra.
El todo vale porque soy mujer, no.
Yo les digo desde aquí, que si están tan aburridas como para idear cosas tan absurdas y tan destructivas, que se vayan a Arabia Saudí, y que reivindiquen los derechos que se merecen, pero no por ser mujer, si no como seres humanos que son.agallas?
