"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 27 de julio de 2015

27 de julio de 2015
¡Hasta pronto amigo@s!


Pensamos o más bien nos han hecho pensar que la inactividad es mala, y a veces evitamos descansar porque nos sentimos improductivos cuando no estamos haciendo algo. La sociedad en la que vivimos, el ritmo de vida, el culto a la multitarea, el hacer del ocio otra actividad, el hacernos ver ocupados constantemente, hace que no tengamos un momento de respiro, un momento de relax.
Cuantiosos estudios demuestran que la inactividad es necesaria y recomendable, aumenta la creatividad, se recuperan las energías, y es fundamental para nuestra salud tanto física como mental.

Descansar, dormir, cambiar de aires, de hábitos, aprender cosas nuevas.....o simplemente no hacer nada es de lo más recomendable, y aunque no nos demos cuenta obtenemos un beneficio que nos repercutirá satisfactoriamente cuando tengamos que volver a la rutina.

Saber no hacer nada es también un arte, y hay que practicarlo de vez en cuando para hacerlo con todas las de la ley.

El sueño y el descanso son necesidades básicas e imprescindibles por sus importantes funciones reparadoras, aleja el estrés, la ansiedad, el nerviosismo y ayuda a la concentración y por ello a desempeñar toda la labor de una manera más eficaz.

Ahora, en este periodo de vacaciones, es el momento idóneo para poner esto en práctica, sin complejos, sin culpabilidad y sin sentir la presión de que hay que estar aprovechando todos los minutos que tenemos. Dejar la mente en blanco, hacer lo que nos apetezca, sin horarios ni prisas, disfrutar de la luz, del sol, del mar, tumbarnos a la bartola, dejar de hacer, evadirnos......

Esas son las vacaciones que a mi me gustan, y si pueden ser compartidas con la familia, mejor. Es el momento de dejar el despertador guardado, las malas caras, la rigidez, y de sacar las ganas de pasarlo bien, tu lado más flexible, de dejarte llevar por el momento y convertir las obligaciones en algo secundario.

Hoy hemos empezado este artículo con una despedida, por este periodo de vacaciones, para hacer todo esto y venir renovados, y si cabe con más ganas de seguir en la brecha.

En septiembre nos volvemos a ver aquí, espero que todos hagamos "un mucho de nada", que descanséis los que cojáis ahora las vacaciones y los que volvéis de ellas espero que ya vengáis descansados y con las pilas recargadas.
Buen verano y buen regreso.Hasta la vuelta amig@s.

lunes, 20 de julio de 2015

20 de julio de 2015
Y...¡viva la diferencia!



De las cosas que más me gusta, una de ellas es viajar. Y no solo por conocer parajes nuevos, comidas nuevas, costumbre diferentes, sino y sobre todo, por conocer a gente distinta, con nuevas formas de ver la vida. 
De esa diferencia es de la que se aprende. De unas cosas te das cuenta que tienes que mejorar, y de otras, aprendes a valorarlas más.
La variedad te enriquece, te forma, te complementa y te hace ser más flexible, más abierto, más comprensivo.

¿Qué sería de una sociedad en la que todos fuéramos iguales, actuáramos iguales, nos vistiéramos de igual forma, pensáramos lo mismo....?, que aburrimiento.

Abrirse a otras culturas, probar cosas nuevas, aceptar otras opiniones, escuchar ideas distintas....en fin, aceptar que existen personas y vidas que aunque no son como la tuya, son igual de valiosas.

Me gusta la gente creativa, que se atreve a ir contra corriente, que se aceptan como son y luchan por aquello que les inquieta, aquello para lo que valen. Ya en otra ocasión dije que perseguir sueños te hace estar vivo, y esa es la gente que me gusta.

Hay sitio para todos, para los que quieren ir andando, los que van corriendo, los que prefieren ir en bici, en puntillas....siempre que nos respetemos. Para los escritores, ingenieros, panaderos,abogados,acróbatas, músicos, pintores, científicos, artistas.......¡para todos!, de todos necesitamos.

¡¡¡¡¡Viva la diferencia!!!!!
Buen lunes, y seamos más flexibles, nos romperemos menos.


lunes, 13 de julio de 2015

13 de julio de 2015
La letra con sangre "no" entra.



Cuántas veces habremos escuchado decir este refrán: " La letra con sangre entra", queriendo significar que es necesario el trabajo y el estudio para aprender algo, asociándolo incluso al castigo físico como estímulo para estudiar. Y nunca más lejos de la realidad.

Está demostrado científicamente que la base del despertar de la curiosidad está precisamente en aquello que nos llama la atención y que aprendemos a base de juegos, sin esfuerzos, con "alegría", y por supuesto con una motivación.

Es fundamental entender cómo funciona el cerebro y sacar ventajas de ello, de esta forma podremos darnos cuenta que solo puede ser verdaderamente aprendido aquello que te dice algo, aquello que llama la atención y genera emoción, aquello que es diferente y sobre sale de la monotonía.

Así, si pensamos las cosas que realmente aprendimos y que jamás hemos olvidado, suele coincidir con cosas que o nos enseñaron de pequeños y que aprendimos con agrado, o bien con aquello que voluntariamente o de forma autodidacta nos propusimos aprender.
Además de que no se nos olvida, el recuerdo de cómo lo aprendimos, nos saca una sonrisa y un pensamiento agradable.

Hay estudios científicos que nos dicen que la atención, ventana del conocimiento, despierta cuando hay algo nuevo en el entorno. Ese algo nuevo, hace millones de años, apelaba a la supervivencia, a la necesidad de conocer para sobrevivir. La atención nace de algo que puede significar recompensa o castigo.

Si sacamos partido de estos estudios científicos, podremos aprender y enseñar de forma menos drástica,"sin sangre", con más imaginación, con música (la letra con música entra), y sobre todo con ilusión.

Cuando escucho a la gente joven decidir sobre su futuro, sobre la carrera que van a estudiar, y ésta la escogen según las salidas que en el futuro van a tener, me da pena. Ya estudiar cuesta, pero estudiar algo durante cuatro o cinco años, y sin que estés motivado para ello, o sin que te despierte la atención, para mi sería inviable.

Estos estudios lo conocen seguro los publicistas, y si no, fijémonos en los anuncios. Nos ponen letras y músicas pegadizas, que una vez escuchadas un par de veces somos capaces de repetir involuntariamente, y nos llaman la atención hasta el punto que en algunos de ellos nos quedamos hasta el final para ver lo que anuncian, de esta forma nos enganchan.

Hagamos aquello que nos ilusiona, que nos atrae, que nos gusta.... y si no pudiera ser, entonces, hagamos que nos ilusione, que nos atraiga y nos guste aquello que nos toca hacer. No hay otra.

Buena semana, ¡por cierto! entramos en el meridiano del mes.

lunes, 6 de julio de 2015

6 de julio de 2015
¿Qué cuántos años tengo?



Parece una pregunta inofensiva, y lo es, pero una vez pasado los cuarenta te resulta un poco pudoroso el contestarla, y no debería ser así.
Yo siempre digo que cumplir años y poder decirlo es lo mejor que nos puede pasar porque es señal  de que estás viva.
Las mujeres que vivimos esta etapa de nuestra vida apreciamos el valor de la misma, de lo efímera que es, dejando de preocuparnos de lo que pasó y de lo que pasará para empezar a disfrutar de lo que está pasando. Y esto no es fácil.

¿QUE CUÁNTOS AÑOS TENGO?
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas…
Valen mucho más que eso.
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!
Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. 
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.
José Saramago


Tenemos la edad perfecta para mezclar experiencia y juventud y no hacer una rebujina. Ahora nos amamos a nosotras mismas mucho más, y sin remordimientos.

Tenemos los años suficientes para mirar la vida con más calma pero con el mismo interés, con la sabiduría suficiente para seguir adelante y para emprender nuevas metas, para querer y querernos, para equivocarnos y aceptarlo.

Los años nos han convertido en personas más plenas, más satisfechas, con menos miedos, más capaces.....más nosotras mismas.

Si esto nos ocurre a partir de los cuarenta, imaginaros a partir de lo cincuenta......que no se nos olvide, la edad es solo un número, la actitud ante la vida es lo que cuenta. ¡A seguir cumpliendo y a seguir diciéndolo, que se enteren bien!
Por todas nosotras, las de 40 y las de 50, y por las que tenéis que llegar a esta edad. Buen lunes y buena semana.