"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

martes, 31 de mayo de 2016

31 de mayo de 2016
¡Basta ya de tantos "luegos"!




¿Os habéis parado a pensar alguna vez cuántas cosas dejamos para "luego"?
Postergamos, es decir, dejamos atrasado en el espacio o en el tiempo. O lo que es lo mismo, posponemos, aplazamos, demoramos,.....en definitiva, descuidamos o despreciamos.
A mi me pasa, aunque tengo que reconocer que cada vez menos, quizás desde que hago mindfulness, ya que jugamos con el "aquí y el ahora".
Luego te llamo, luego lo hago, luego lo recojo (esto lo escuchamos a diario las madres que tenemos hijos adolescentes), luego, luego, luego........y después ni llamas, ni lo haces, ni lo recoges.

¿Y si luego es demasiado tarde? 

Si esto lo trasladamos al terreno emocional, ¿cuántas veces dejamos de decir lo que sentimos por otra persona porque no nos parece el momento oportuno, y el "luego" se convierte en "nunca"?

No somos eternos, y muchas de las cosas que atrasamos, porque vamos con prisas, porque no es el momento, porque siempre hay otra cosa que hacer antes, porque creemos que lo vamos a poder hacer después,.......al final le quitamos importancia y pensamos, ¡bueno, hoy no ha podido ser, ya será mañana! Pero mañana volvemos a hacer la misma jugada, o lo que es peor, no hay mañana.

Es una de las malas costumbres que tenemos, la de usar los "luegos" en vez de los "ahoras".
Cuando eres consciente de ello y empiezas a hacer las cosas en el momento en el que lo dices o lo sientes, cambia todo mucho. Parece que te cunde más el día. Te encuentras hasta mejor contigo mismo. Al llegar la noche, cuando haces balance de lo que has hecho y lo que has dejado de hacer, el hecho de haber utilizado más el "ahora" que el "luego" te reconforta y te da seguridad. Todo es ponerse y darse cuenta cuando se utiliza esa palabra y cambiarla. Con ese simple gesto conviertes en rutina algo que antes costaba trabajo hacer y ahora lo hacemos sin "casi" darnos cuenta.

Hacemos nuestra una buena costumbre, como tantas otras. Fácil de poner en práctica a pesar de esta vida tan ajetreada que llevamos. Es como soltar lastre, dejar de arrastrar cosas que hemos ido relegando y que nuestro subconsciente nos va recordando a lo largo del día, haciéndonos sentir culpables.
¡Fuera la procrastinación!

Empezamos nuevo mes, que según algunos lleva su nombre por Junio Bruto, otros creen que era en honor a la juventud, y otros por la diosa Juno. Que cada uno piense lo que quiera.
Su flor la rosa y su piedra la perla.

Buena semana y siguiendo el refranero: "Si mayo bien llovió, seco a Junio sacó".





martes, 24 de mayo de 2016

¿Tener inteligencia es tener talento?

24 de mayo de 2016
¿Tener inteligencia es tener talento?



¿Sabemos qué diferencia hay entre una y otra palabra? ¿Todo el que es inteligente es talentoso? o ¿El que tiene talento es siempre una persona inteligente?
Empiezo la semana con este tema tan apasionante y que tanto nos debería interesar, no solo para nuestro desarrollo si no también para el de nuestros hijos.
La semana pasada asistí a una conferencia de Jose Antonio Marina, filósofo, escritor y pedagogo, para la presentación de su libro "Objetivo: generar talento", y desde que salí de ella me rondaba la necesidad de escribir sobre este tema.

Hay una frase de Forster que me encanta y es: "como voy a saber lo que pienso, si todavía no lo he dicho", y esto es lo que creo que nos ocurre a casi todos, y en especial a los jóvenes en la adolescencia.
Jose Antonio Marina dice que la inteligencia práctica es superior a la teórica, porque es capaz de pensar posibilidades y después realizarlas. El que más o el que menos tiene a lo largo de su vida un proyecto, que no es otra cosa que un anticipo del futuro que se desea, y por el que va a luchar por conseguir, poniendo para ello todo lo necesario para convertir esas irrealidades que se piensan en realidades.
"No me basta con ser, tengo que hacer" aseguraba María de Maeztu, y yo lo comparto al cien por cien, ya que la realidad no se compone solo de lo que existe si no también de lo que nosotros seamos capaces de crear.
Siguiendo la filosofía de Marina, emprender es un modo de vida, una actitud ante la realidad. Es inventar un proyecto más o menos difícil y llevarlo a cabo. Es una aventura, una actitud confiada hacia el futuro.
Para esto y mucho más necesitamos una buena Educación, y que ésta no sea la culpable de desviar a la gente de sus talentos, como decía Ken Robinson, si no que sirva para ayudar a los niños a llevar a la realidad sus aptitudes, como decía Erich Fromm.
Ser inteligente debería hacernos tener una inteligencia resuelta, con la que aprendiéramos a resolver problemas vitales al igual que aprendemos a solucionar problemas de física o de química.
La adolescencia es una etapa decisiva, y es el momento idóneo para adquirir fortalezas, suplir carencias y hacer proyectos.
¿Cómo sería una sociedad en la que el centro de la Educación fuera la de enseñar a los adolescentes a tomar decisiones? Cuatro decisiones bastarían: decidir pensar mejor, decidir sentir mejor, decidir ser más libre y la construcción del carácter.
Casi ná. Termino con una frase de Marina,"el fin de la educación es aumentar la probabilidad de que suceda lo que queramos".
Muy buena semana,, y dedico este artículo a todos aquellos que están en proceso de poner en marcha una aventura, ¡a por todas!

Va por vosotras, Andrea y Gemma.


martes, 17 de mayo de 2016

17 de mayo de 2016
Somos hijos de esta época....incluso como padres.



¿Nunca os habéis preguntado por qué nuestros hijos no se parecen a nosotros en determinadas cosas cotidianas? ¿Por qué si les hemos dado una educación, si lo ven en casa, si ven que nosotros somos de esta u otra manera....ellos no?
Por la sencilla razón de que son más hijos de esta época que de nosotros mismos, como decía una amigo mío.
Si en casa están cansados de ver y de oír determinadas cosas, que tenemos una serie de costumbres... ¿cómo es que ellos al final, cuando no tienen a una madre "pesada" encima, hacen justamente lo contrario? Porque es lo que hacen todos los demás.
Es así, y cuando lo asimilas te coges menos rebotes, porque nosotros, como hijos, también hemos sido más hijos de la época en que nos tocó vivir que de nuestros padres,
pero quizás un poquito menos, ¡eran otros tiempos!
Lo malo de esto no es que nuestros hijos sean "hijos de esta época", es que muchos padres también lo sean.  Que adquieran costumbres y hábitos de sus propios hijos, siendo lo normal que fuera al revés, pero....
Padres ya cuarentones poniendo morritos en las fotos, enganchados al facebook o a determinado reality show de adolescentes.
¿Es esto normal? No recuerdo eso en mi juventud con mis padres. Ahí si existía claramente la diferencia generacional. Hoy en día la línea es tan fina que hay veces que cuesta distinguir a unos y a otros.
Hay padres de 40 más infantiles que sus propios hijos, a los que incluso avergüenzan por las redes sociales.
Nos quejamos muchas veces de que los niños de hoy en día maduran más tarde, que todavía están en casa y que no tienen sentido de la responsabilidad. Pero ¿nos hemos parado a pensar cómo son los padres?
Estamos viviendo con una generación que tiene poco definido su forma de actuar, que no se sienten de allí pero que tampoco son de aquí. Clones de modas, sin querer envejecer ni madurar, los eternos adolescentes.
Y no, no me estoy refiriendo a los hijos,me estoy refiriendo ......a los padres.

Buena semana de sol y calor. 

martes, 10 de mayo de 2016

10 de mayo de 2016
¿Eres de Rousseau o de Hobbes?



Esa es la pregunta que le hicieron un día a un amigo mío, Josemi Valle, y autor de la obra "La capital del mundo es nosotros", tal como cuenta en la misma.
Comienza sus páginas con Aristóteles y su ya conocida frase :"El hombre es un animal político por naturaleza, y quien crea no serlo es un Dios o un idiota".
Nos lleva a lo largo de su escritura a hacernos ver que vivimos intercomunicados, y que más que aprender a vivir habría que aprender a convivir. Que en el relato de cualquiera de nuestros sentimientos siempre hay alguien que no somos nosotros, es decir "los demás".
Al contrario de lo que sentenciaba Sartre: "El infierno son los otros", afirma que más bien ocurre lo contrario, el infierno es una vida en la que no hay otros.
Se atreve a decir "yo le debo todo a todos", contraviniendo la tan socorrida muletilla "no le debo nada a nadie" o "soy una persona hecha a mi misma", las cuales subestiman los lados comunitarios y propende a desligarnos de nuestra condición de prestatarios de los demás.

El libro tiene innumerables reflexiones y todas muy interesantes, pero me quedo con esta primera parte del libro de la que he sacado bastante provecho.
Queramos o no queramos dependemos de los demás para poder vivir. Necesitamos cariño, atención, aprecio, aceptación, diálogo....., en definitiva y en el fondo somos un poquito de cada una de las personas que nos han influido a lo largo de nuestras vidas, para bien o para mal.
Volviendo al título del artículo, ¿eres de Rousseau y o de Hobbes?
El primero dijo que "el hombre es bueno por naturaleza pero que al vivir en sociedad se corrompía".
El segundo, cobijaba una visión encapotada del ser humano que resumió en la amarga sentencia "el hombre es un lobo para el hombre".
Ni tanto ni tan calvo, y como decía el humorista Jose Luis Coll, y que también se recoge en el libro, "el hombre es como es, y bastante desgracia tiene con ser así". Bueno hay que tomarlo con humor, mejor pensar que no somos ni buenos ni malos.
Somos ambas cosas a la vez, y como decía Pico de la Mirandola, "el ser humano es el único animal con la suerte proteica de erigirse en el arquitecto de su propia vida". Convertirnos en ángeles o demonios depende absolutamente de nosotros mismos.
El libro no tiene desperdicio. Tuve la suerte, como él mismo me decía en la invitación que me mandó para asistir a su presentación, de estar en la capital del mundo y en la Vida es bella al mismo tiempo, y .....mereció la pena.
Buena semana lluviosa, y si queréis una lectura para estos días, os la recomiendo, saldréis un poquito más sabios.

martes, 3 de mayo de 2016

3 de mayo de 2016
Solo hay una persona capaz de hacerte feliz.



Nunca te duermas sin un sueño, ni te levantes sin un motivo. Tampoco vivas por nadie que no esté dispuesto a vivir por ti. 
Recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti.
Solo hay una persona  capaz de hacerte feliz para toda la vida y.... esa persona eres tú misma.

No, no son palabras mías, ¡ojalá! Palabras tan sabias solo las puede haber dicho alguien muy sabio, y ese, entre otros, es el Papa Francisco.
Cuando leí por primera vez este fragmento y sabía que era de él, pensaba que  iba a decir que la persona que nos podía hacer feliz era Dios, lo más lógico en palabras de alguien que representa a la Iglesia, tirar para casa. Pero me llamó la antención que no fuera así, y es que además de inteligente es sincero y lógico.

Tener sueños, motivaciones que te hagan levantarte todos los días, y por las que acostarte. Darte cuenta que no merece la pena sufrir por nadie, que el sufrimiento no lleva a ningún sitio. ¿Preocuparte?, no, ocuparte.

Que hay días que sale el sol pero que otros estará nublado, ¿y qué?, todos los días no pueden ser iguales, ¡que aburrimiento sería! Sacar provecho de cada uno de ellos.
Que no somos perfectos, y ¿quién quiere serlo? Somos distintos y eso hace que nos complementemos, pero nadie sobra, hay sitio para todos.
Eliminar la competitividad de nuestras vidas. Ser competitivo no  es ser competente.
Y por último, lo que más me gusta, que yo soy la persona que va a ser capaz de hacerme feliz durante toda mi vida......y ¿por qué no me había dado cuenta de eso hasta ahora? 
Pura lógica, y de lo que nunca deberíamos olvidarnos. No nos hace falta nadie más, así que no hay excusa, ni posibilidad de responsabilizar a nada ni a nadie. 
A por ello, y no me doy un beso.....porque no llego, pero ya habrá alguien que me lo de.
Buena semana de Mayo,
su flor es el lirio y su piedra, la esmeralda.