Por favor, buenas noticias.
Nunca me había parado a pensar por qué los telediarios y cualquier noticiario abren siempre con una mala noticia y si puede ser catastrófica, mejor que mejor. Según los expertos porque vende más lo malo que lo bueno. Una muerte más que un nacimiento, un divorcio más que una boda......
Esto hace que muchas veces no ponga el telediario a la hora de comer, todo es violencia, calamidades, peleas......
Ahora con esto del mundial y la que están organizando por ahí los grupos ultras, lo que se ve es siempre lo mismo, los bestias estos dando mamporrazos, rompiendo escaparates, cargándose coches.
Por eso agradezco tanto cuando veo algo diferente, un anuncio donde la gente es cordial unos con otros aunque sean de equipos distintos, de diferentes nacionalidades.
Que al final parece que todos somos como una minoría, y esto hace que no valoremos las buenas cosas, las buenas acciones.
Si tuviera que hacer un periódico hoy y solo pudiera poner buenas noticias, desde luego que no me iba a ver lo que dicen los noticiarios ni la prensa, porque seguro que de ahí no cogería ni una sola.
Me iría a la calle y me dedicaría a observar a la gente. Y nos soprendería mucho.
Gente amable que te saca una sonrisa con un buen piropo(espero que no les moleste a las feministas), voluntarios que ayudan a algunos ancianos a dar un paseo, niños jugando en la calle porque han terminado los colegios, bares llenos, un clima estupendo para ir en bicibleta, un río que facilita el deporte naútico, mucho extranjero dejando sus buenos cuartos en nuestra ciudad, el buen sentido del humor, jóvenes con ganas de comerse el mundo......
¿Son o no son buenas noticias? y las vemos todos los días, ¿pero las apreciamos?
Ya se que esto no vende pero quiero pensar que a pesar de todo, y dándonos cuenta de lo que nos rodea, la vida puede ser estupenda y que la gente jóven también debe ser consciente de ello. Vivir en el pesimismo y en la crítica contínua no hace más que gastarnos las energías para emprender cosas nuevas. Hay vida detrás de la política y del fútbol, oportunidades buenas que no hay que dejar de aprovechar y para ello hay que tener los ojos bien abiertos y dirigidos a ver lo bueno, y que no nos entretengan con lo peor.