4 de marzo de 2021
MARZO: ¿EN QUÉ PIENSAN LAS MUJERES?
En ella, por causas extrañas, un hombre tiene la posibilidad de escuchar la mente de las mujeres, de lo que van pensando cuando pasean, hacen la compra, están trabajando...En fin, en todo momento, ¡porque no dejamos de darle vueltas a todo!
Hay mujeres que se abanderan como defensoras del resto de mujeres por el simple hecho de ser mujer. Hay tanta variedad entre nosotras, de color, de raza, de religión, de ideología, unas altas, otras bajas, más gordas, más delgadas, más inteligentes o sin sentido común, con instinto maternal y sin él, amas de casa, trabajadoras natas, más deportistas, menos "femeninas", casadas, solteras...
Todo un elenco de posibilidades, que partiendo de lo que nos une, el sexo, podemos ser tan diferentes y variopintas, que describirnos a todas dentro de un solo grupo sería difícil.
¿En qué consiste la igualdad cuando existe tanta diversidad? ¿Quién sabe a ciencia cierta lo que nos conviene o no? ¿Por qué me tiene que decir otra mujer lo que más me conviene y qué necesidades tengo o lo que me tiene que gustar o no, más que yo misma?
Lo que necesitamos las mujeres es que nos escuchen, pero no solamente otras mujeres sino también los hombres.

Tampoco pienso que para reivindicar nuestros derechos las mujeres tengamos que demonizar a los hombres. Como las delgadas no demonizamos a las gordas, o las morenas a las rubias, por ejemplo.
¿Por qué para conseguir derechos y libertades tenemos que hacerlo restando los de otros?
Me parece estupendo que reivindiquemos aquello que sea necesario para que la vida de cada una de nosotras sea más llevadera y justa, pero lo que no me parece razonable es hacerlo de forma injustificada y violenta, y menos hacernos con derechos individuales sin el merecimento oportuno.
Como el título de otra película, somos ángeles y demonios, de todo hay en la viña del Señor.
Seamos capaces de pensar por nosotras mismas y no dejarnos llevar por la turba.
Ni las que no piensan igual que nosotras, ni las que son más guapas, o más ricas, o los mismos hombres, son nuestros enemigos. Si queremos igualdad tenemos que respetar a los demás por lo que son y por lo que no son. No hagamos aquello que estamos criticando, no vistamos un santo con la ropa de otro, eso no va a ningún sitio.
Cordura, trabajo en común, sensatez, libertad de opinión, y mucha escucha de TODAS para seguir creciendo y mereciendo, y no tirando por tierra lo que ya otras y otros consiguieron con mucho esfuerzo.
