La avaricia que rompió el saco.
Se define "la avaricia" como el afán o deseo desordenado de poseer riquezas,bienes u objetos de valor abstracto, con la intención de atesorar para uno mismo mucho más de las cantidades requeridas para la supervivencia básica y la comodidad personal.
Cuando leo esta definición se me vienen a la cabeza muchos personajes de actualidad, pero si revivo mis recuerdos infantiles, el que sale sin esfuerzo es el del "Tio Gilito", al que casi todos los de mi época conocerán.
A las personas que mantienen esta forma de vida, esta idea de riqueza tan ifantil, se les dice que tienen el "síndrome del Tio Gilito".
Cuando hablamos de personas "ricas", imaginamos siempre a personas que no hacen nada durante el día porque lo tienen todo. Tienen dinero de sobra para vivir sin trabajar, sin tener problemas, sin estrés.....y pienso que no todas son así, gracias a Dios.
Yo diferencio "al rico" con este síndrome, que no mueve el dinero, que lo tiene que atesorar en bancos perdidos, o bien ocultándolo en paraisos fiscales a la espera de que todos se olviden de él para poder empezar a disfrutarlo, cosa que puede no suceder nunca.
El que no ha luchado con su trabajo para generar esa riqueza, no teniendo que tomar decisiones, algunas veces equívocas, para poder mantener esa fortuna. Fortuna que adquiere con el riesgo de perder hasta su libertad, pero que después tampoco puede disfrutar. Una riqueza perdida, inútil.
Para mí este sería el "rico avaro", el que ni disfruta ni deja disfrutar, y el que además da pena, porque con la gran fortuna que tiene, casi que malvive. Aquí podríamos meter a algunos de los famosos de nuestra actualidad. Después de "robar", ya sea de un modo u otro, cogiendo dinero que no les pertenece, pasar incluso por la cárcel, mantienen esa situación para seguir con esa fortuna que tanto le satisface, pero de la que nunca llegarán a disfrutar.
Por otro lado, y contradiciendo la opinión de San Juan Crisóstomo, de que "todo rico es un ladrón o el heredero de un ladrón", hay "ricos" que crean riqueza, y esto es una gran virtud, ya que ellos se benefician de la misma pero a la vez hacen que otros obtengan también riqueza, ya sea con puestos de trabajo, o con negocios más fructíferos venidos de la movilidad de ese dinero.
Esos serían lo "buenos ricos o ricos buenos", los que deciden no esconder la riqueza, si no en hacerla, si cabe, todavía más grande.
Estos son los ricos inteligentes, los que con su trabajo, y digo trabajo, consiguen sus deseos pero además satisfacciendo los de otros muchos. Creando riqueza y no escondiéndola.
Hacen falta menos "Tios Gilitos" , seguro que habría menos pobres "patos Donal".
Que diferente sería este mundo si hubiera menos avaricia, por lo pronto más gente rica.
¡Me encantaban los patos!, y el tio Gilito era para echarle de comer aparte. Todos los Marios Condes de esta época dejan a éste en pañales.
ResponderEliminarQue pena que ya terminó la feria, me ha sabido a poco, jajaja, es que yo estaría siempre de flamenca.
Un beso corazón.
Dinero inutilizado, que ni produce ni alimenta, como se suele decir. Es algo que nunca comprenderé. ¿Qué les lleva a ansiar tanto que al final no tienen nada?
ResponderEliminarLos ricos "buenos" como tú los defines son necesarios para crear riqueza, lo malo es que entre ellos aprovechan la situación otros "listos" que después son más tontos de lo que se creen.
ResponderEliminarMario Conde, el que se creía más lito que nadie y que los demás eran más tontos de lo que eran. Eso es con lo que hay que quedarse. Si le ha merecido la pena él sabrá.
ResponderEliminarA ese síndrome le llamo yo codicia. El problema es que salen como champiñones, ¿enfermedad incurable?
ResponderEliminarYa de vuelta de los volantes, espero que hayas pasado buena feria guapísima.
nº1
Vaya semanita de "Tios Gilitos" llevamos. No se lo que le encuentran a tener dinero que no pueden utilizar, es como no tenerlo. Algún morbo tendrá.
ResponderEliminarBesos.
Que buenos recuerdos tengo de esos dibujos animados. Pero que diferencia da verlo en la realidad, y por desgracia no un caso aislado.
ResponderEliminarEspero que buena feria, un beso y a desintoxicarse.
Ya de vuelta a la vida normal, sin farolillos ni volantes. Empezamos de nuevo con los casos del día a día, políticos, banqueros....es lo que hay.
ResponderEliminarUn beso y a coger paraguas de nuevo.
No sabía que existía ese síndrome, pero la verdad es que le viene pintado el nombre. Me acuerdo del Tio Gilito y sus sobrinos, me encantaba. Avaros y codiciosos existirán siempre, y por desgracia los padeceremos todos.
ResponderEliminarBuena semana de lluvia.
Solo las personas ansiamos tener aquello que realmente ni necesitamos, por el mero hecho de acumular riquezas, por el poder. Para mi es algo icomprensible, que toda esta gente que se lleva dinero y que lo esconde para después de los años que sean poder recobrarlo, si lo consiguen, y vivir toda su vida en un calvario.....bueno no me lo explico.
ResponderEliminarCon lo bien que se vive con la conciencia tranquila.
¡A vivir, que son dos días!
Como cuando la madre del Puyol Ferrusola decía que su hijo estaba con una mano delante y otra detrás, y después tenían no se cuantos millones de euros en paradero desconocido. Increíble. Que forma de vida más miserable.
ResponderEliminarUn beso.
¡Cuántos recuerdos me traen esos dibujitos animados!
ResponderEliminarLa avaricia que rompe el saco.¿Para qué se quiere tanto si con ello la vida te la amarga?
Desde luego es una enfermedad, lo que no se si será curable.
Buen finde.