Solo necesito un banco.
Llevo una temporada saturada. Saturada de trabajo, de información, de compromisos.......
No quiere esto decir que me encuentre agobiada ni estresada. Y puede parecer un contrasentido.
Pues no, y es porque me organizo de tal manera que aprovecho el tiempo en cada cosa que hago al máximo que puedo, sin frustraciones ni culpabilidad, y esto no sabía hacerlo antes.
Una vez leí un artículo de Jose Luís Sampedro sobre el arte de vivir.
Venía a decir que vivir no es hacer muchas cosas. Se pueden hacer muchas cosas y no vivir, y por el contrario, vivir sin hacerlas.
¿Que el tiempo es oro?, no, el tiempo es vida.
Ahora que tenemos tanto revuelo con la política, en especial la de Cataluña que nos implica a todos, no tenemos tiempo para hablar de otras cosas. Cosas importantes, y cosas también menos importantes, ¿por qué no?
Decía Sampedro que estamos vivos para vivir, para hacernos, para realizarnos, para dar de cada uno de nosotros todo lo que puede dar, porque así tendrá todo lo que pueda recibir. Y para que esto pase tenemos que tener libertad, pero no libertad de expresión, si no de pensamiento. ¡Y es verdad!
A mi, para parar un poco, para desconectar, para pensar.....solo necesito un banco.
Si, pero no un Banco, sino, un banco.
El de un parque, en una Iglesia, en medio de una calle, a pie de playa, o ......en mi propia terraza.
Y al decir un banco, me refiero a un ratito de "libertad", de pensar en mis cosas, de no pensar en nada, de observar, de reflexionar, de quedarme en "Babia"....., ¡ahí me quedo muy a menudo!
Los fines de la vida no son aumentar en dinero y en gasto y en diversión, no es eso. Y prosiguiendo con Sampedro, es ganar en satistacción personal , ser más lo que uno es.

¡Algo es algo, al menos salimos del "monotema"!