"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 12 de mayo de 2014

12 de Mayo de 2014
Razonablemente mentiroso.



¿Es la sinceridad una virtud?, ¿puede ser la mentira en determinadas ocasiones una virtud también?

No hablo solamente de aquellas mentiras piadosas que todos en alguna ocasión hemos utilizado para salir de un apuro o para librarnos de un compromiso. No, me refiero a mentiras de las grandes, de las hechas a conciencia, de las trabajadas y más que meditadas.

¿Puede ser positiva la mentira? Hay muchos autores que así lo piensan.

Daniel Goleman en su libro "Inteligencia Emocional" dice que en el amor, por ejemplo, la mentira puede ser más generosa que la verdad.


En una ocasión leí que en los años sesenta Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre establecieron una relación sentimental con unas reglas que ellos consideraban adecuadas a su alto cociente intelectual y a su avanzada visión de cómo debía ser una unión amorosa. Pactaron una relación abierta en la que cada uno podía tener los amantes que se le antojasen con una sola condición: relatarle a la otra parte cómo, dónde y con quién había sido esa escapada sentimental. 
Años más tarde, Simone de Beauvoir, en sus memorias escribiría: "Visto con las perspectiva que da el tiempo, pienso que habría sido preferible que Sartre hubiese tenido la generosidad de mentirme de vez en cuando".

¿Es preferible decir o que te digan siempre la verdad?

A mí, particularmente, miedo me dan aquellos que dicen que van siempre con la verdad por delante o que no tienen pelos en la lengua, porque normalmente te sueltan una bordería o una maldad, resguardados en esa virtud de sinceridad.

Como decía Kant, la virtud está en comportarse con los demás como nos gustaría que se comportaran con nosotros en una situación similar, ni más ni menos.



La virtud está en el término medio y ser razonablemente mentiroso, ¿por qué no?.....

6 comentarios:

  1. Interesante y atractivo tema. Me ha gustado la anécdota de esta pareja. Creo que tanto la verdad como la mentira tienen límites. Ni puedes decir siempre la verdad, porque puedes hacer más mal que bien, pero tampoco en todo es permitida la mentira.
    Hay verdaderos artistas en esta materia, y no te creas que es fácil. Gran tema para debatir.....
    Ya por fin a la normalidad, con calor de c....., por cierto.
    Buen lunes guapísima, y no seas muy mentirosilla.

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  2. Si que es un buen tema para debatir porque hay pocas personas que no lo hayan hecho alguna vez. Como digo, ser un virtuoso de la mentira, no es fácil, tiene mucho desgaste.
    Ya se terminó, con pena, pero también con ganas de volver a la normalidad y a la tranquilidad del día a día.
    Buen lunes también para ti, ya sin farolillos.

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  3. ¡Muy interesante esta entrada, M. Carmen! Aunque somos conscientes de nuestras mentiras, nunca se nos habría ocurrido verles cierto aspecto positivo...Y realmente pueden llegar a tenerlos. Ese "miénteme con cariño" que reclamaba Simone de Beauvoir es muy aplicable a diferentes situaciones.

    Besos de las dos

    J&Y

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  4. Gracias Retroyconencanto, las tiene y muchas. Hay personas que desde luego te van diciendo: "dime que si, aunque sea mentira", y no solo en temas de amor.
    Cada cosa en su justa medida tiene su virtud, y el mentiroso bien intencionado, desde luego es un virtuoso.
    Beos también para las dos.

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  5. En el juego de la seducción la mentira es muy importante, las mujeres prefieren que les mientan a veces, que les regalen el oído, porque les hace sentirse bien aunque en el fondo sepan que les están mintiendo, que no todo aquello es verdad.
    Por otra parte el que miente aunque sea con las premisas de las que hablamos, es decir sentimentales, tiene que asumir él en primera persona dicha mentira, ya que si no le causará mucha ansiedad soportarla y al final acabará confesando, lo que hará que tenga aún un final peor. La única contrapartida a esto sería ser un profesional de la mentira. Un beso

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  6. Algunas veces, más que nos mientan, es que nos regalen el oido, que muchas veces no es lo mismo.Claro que el que lo haga tiene que asumirlo para hacerlo bien, se lo tiene que llegar a creer de tal forma que lo cuente con la misma naturalidad que si fuera verdad.
    Algunas veces hay que desarrollar tal imaginación, que te conviertes en un contador de historias, y a una cierta edad, a los padres, que ellos mismo lo prefieren, no hay más remedio que ser razonablemente mentiroso, eh?
    Besos.

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