"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

viernes, 9 de mayo de 2014

9 de Mayo de 2014
El que tiene un amigo tiene un tesoro.





Es verdad, el que tiene un amigo tiene algo muy valioso, quizás no lo valoremos lo suficiente o puede que hasta que no lo pierdes no te das cuenta de lo que tenías. Pasa con tantas cosas.....

Esta historia quizás sea conocida por muchos de vosotros, pero no vendría nada mal volverla a leer. Es una situación que se da muy a menudo y en determinadas personas es de lo más natural. 

Que problemas tenemos todos, como dice mi hermana, es verdad, pero que hay personas que creen que los suyos son los más importantes, también.







"Hace tiempo al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un muy buen amigo mío... me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me pregunto fue:
¿Cómo estas? (sin saber porqué lo dije), contesté :"solísimo".
Mi amigo que siempre se ha caracterizado por ser muy perceptivo, me contestó:
esa respuesta quiere decir que te pasa algo... ¿Quieres que hablemos?
Le respondí que sí y me dijo: ¿quieres que vaya a tu casa? y respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta...
Pasa, le dije. ¿Quieres tomar algo? Me respondió: pues lo mismo que tú... Rápidamente nos encontrábamos conversando muy a gusto, él empezó con sus clásicas bromas para romper el hielo que me hicieron reír como no lo había hecho en varios días y luego pasamos a la parte seria de la charla, él con su cara de atento me dijo: “anda, cuéntame qué te pasa”.
Yo empecé con mi principal preocupación que era el trabajo, le comenté que me sentía muy presionado por tanto trabajo que ya no aguantaba más.

El como siempre me dio el mejor de los consejos, el ánimo para seguir adelante y no mirar atrás, en general me hizo sentir muy bien.
Cuando terminé ese tema le dije: ¿sabes que? Hay otras cosas que me preocupan... y me dijo sonriendo: “¡pero mi amigo!, para eso estoy aquí, dime todo lo que quieras”.
Total, hablé por horas y horas, de todo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, de todo y él atento siempre, me escuchó, se nos hizo de día yo estaba totalmente cansado sentimentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores.
Me sentía muy a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo...: bueno, pues me retiro tengo que ir a trabajar... Yo me sorprendí y le dije: ¿pero porque no me habías dicho que tenias que ir a trabajar? Mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche”.
El sonrió y me dijo: no hay problema, para eso estamos los amigos.
Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.

Lo acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos...: ¡Oye amigo!, y a todo esto... ¿porqué llamaste anoche tan tarde?
El regresó y me dijo en voz baja: “Es que te quería dar una noticia”. Le pregunté: “¿Qué pasó?” y me dijo: “Fui al doctor y me dice que mis días están contados. Tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y solo me queda esperar”.
Yo me quedé mudo... él me sonrió y me dijo: “Que tengas un buen día amigo”.
Se dio la vuelta y se fue.
Pasó un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, porqué cuando él me preguntó? ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mí ¿qué habrá pensado él de mis "problemas" cuándo el tenía el suyo?.
Y ni siquiera me lo había dicho.
Porqué yo no pregunté ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación? Esto es increíble.

Desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser más crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora aprovecho mas el tiempo con la gente que quiero.
Por ejemplo él... todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y hablamos, seguir disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo.




De todo se aprende, y de esta historia también. Escuchemos más y nos daremos cuenta que no somos el ombligo del mundo.



¡Buen fin de semana, de feria o de descanso de ella, ¡a disfrutar....de los amigos!



6 comentarios:

  1. Los amigos, lo mejor del mundo. Es difícil tenerlos, los de verdad, los virtuales te los tienes que quitar de encima. Un buen amigo, el de siempre, el que está para lo bueno y para lo malo, ese, se cuentan con los dedos de la mano.
    También es cierto que los hay victimistas y que son los únicos que tienen problemas, se teme preguntarles cómo están, porque te lo dicen y te cuentan hasta el último detalle. Pero bueno, se les conoce y hasta los quieres por ser así.
    En fin, ¿sigues de feria o te marchas como buen sevillano?
    Sea lo que sea, que te lo pases muy bien guapísima, y hasta el lunes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son parte fundamental de tu vida, y hay que saber darles su sitio a cada uno, siendo como son. Los de verdad siempre te acompañan, puede haber momentos de tensión, pero si son verdaderos, al final vuelven de nuevo. Son parte de tu familia, y además los escoges, que más queremos!!!!
      Seré buena sevillana, nos vemos el lunes amigo.

      Eliminar
  2. Ay la amistad…es tan valiosa que no somos del todo consciente de lo que tenemos, pero supongo que al igual que con la amistad nos pasa con muchas cosas más…y que verdad tan grande y a la vez tan sabia esa de que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde…aunque aquello que tiene unos buenos cimientos jamás desaparece…no hay motor más potente que el que mueve al amor.
    Es curioso que quien empezó siendo un simple desconocido termine siendo una de las personas más importantes de tu vida…de un “hola, ¿qué tal? a un “te quiero”, de un granito de arena a un pilar imprescindible y cuantos momentos de por medio que no cambiaríamos ni por todo el oro del mundo.
    Y que suerte haber estado allí en ese preciso momento…como le dije a una amiga mía, “si el de arriba no ha querido que mis padres me dieran una hermana era porque ya te había puesto a ti en mi camino” y así es, los amigos son hermanos.
    Poder contar con alguien, más concretamente, con quien tu desees en ese momento es un regalo y bendito regalo.
    La verdadera amistad es la que se da sin esperar nada a cambio…la que sale del alma y los que somos conscientes de ello la disfrutamos mucho más.
    La amistad es mágica…porque hay personas que saben ser magia, aunque nunca lleguen a saberlo.
    Ya que estamos en Feria aprovecho y me despido con un trocito de sevillana que tanto me gusta y aun más cantársela a una gran amiga mía.
    “Para tomar cuatro copas amigos tengo un montón, de los de golpe en la espalda de los que dan la razón, de los de golpe en la espalda de los que dan la razón.
    (ESTRIBILLO)
    Pero amigos,
    Que te ofrezcan el corazón
    Con un abrazo sincero
    Amigos como tú y yo
    Que difícil compañero.”
    Buen fin de semana y brindemos por la amistad.
    Un besitooo :)

    ResponderEliminar
  3. No se puede decir más ni mejor.
    ¡Ole y ole!, a una que yo me se le encantaría leer lo que has escrito.
    Un beso Teresa.

    ResponderEliminar
  4. Hay gente que dice tener amigos pero los olvidan rápidamente e incluso los dan por perdidos justificándolo con frases como "siempre lo llamo yo", " nunca tiene tiempo para mí", yo ya no lo llamo más. A un amigo "te das con el corazón", no tienes que esperar que piense igual que tú, que haga lo mismo que tú harías o que lo haga como tú. Sólo tienes que estar ahí para cuando te necesite, porque seguramente él también estará cuando lo necesites a él.

    ResponderEliminar
  5. Los amigos, los de verdad, son para siempre, los demás no serían amigos.Los que te ofrecen el corazón, como dice la sevillana de Teresa, son muy pocos, por eso se valoran tanto. Bs.

    ResponderEliminar