Ser yo, maravillosamente imperfecta.
Siempre he dicho que mejor es tener un mal original que una estupenda copia. Esto llevado al terreno personal, mejor ser tú mismo, con todos tus defectos y todas tus imperfecciones, que andar queriendo ser otra persona por muy maravillosa que la veamos.
En el fondo se trata de aceptarnos, de aceptar nuestra manera de ser aunque tengamos defectos. Como dice Walter Riso, doctor en psicología, no lacerar nuestro ser para avanzar, avanzar partiendo de lo que tenemos.
No intentar ser "el mejor", si no "mejor", o dicho de otra manera, ser la mejor versión de uno mismo.
Haría falta enseñarnos ese amor incondicional por uno mismo, y en vez de decirnos continuamente, "soy idiota", decirnos más amenudo, "me equivoqué", sin hacer un culto a la culpa, al castigo.
Esto no quiere decir que una vez nos conozcamos,
sepamos cuales son nuestras virtudes y nuestros defectos, y nos aceptemos, no intentemos mejorar aquello que es mejorable.
Cuando somos personas muy exigentes con nosotras mismas, tendemos además a serlo con los que nos rodean, y esto a veces nos causa algún que otro problema, y más cuando el que nos rodea tiene poco sentido crítico o bien le trae al pairo lo que tú pienses de él.
Ese sería otro tema. La importancia que tendríamos que darle a lo que piensen los demás de nosotros.
¿Es dependencia, adicción? Si nuestra valía personal depende de que los otros nos validen como ser humano para poder decir que somos valiosos, estamos en una dependencia. Negar que preferimos la aprobación al rechazo sería mentir descaradamente. Pero una cosa sería preferirlo y otra necesitarlo.
Leyendo este domingo el Semanal de ABC, veo a una Blanca Portillo diciendo "me llevo bien conmigo misma, me miro al espejo y no me caigo mal", y esto me llevó a escribir este artículo.
De todas formas, si según las estadísticas, no les gustas a la mitad de la gente aunque no hagas nada.....mejor que no les gustes porque estás siendo tú, ¿o no?
Maravillosamente imperfecta, si. Habría que preguntarse qué es la perfección, ¿no crees?
ResponderEliminarFíjate si eres no perfecta, que la semana pasada nos dejaste sin artículo, eso no se puede perdonar.
Guapísima, ya en julio pero no de vacaciones, aquí al pie del cañón.
Si aguantamos las cosas de los demás y hasta se lo disculpamos, con nosotros deberíamos hacer lo mismo. Para llegar a quererse hay que conocerse, y eso a veces es difícil.
ResponderEliminarDe todas formas, todo es ponerse, jajaja.
Buena semana, yo si de vacaciones.
¡Me encanta Blanca Portillo! Yo soy de las que soy yo maravillosamente imperfecta, como dices en el título de tu artículo. Ya hasta me quiero, no quiere decir que no intente mejorar lo que se que hago mal o que puede sertar mal al que tengo al lado, pero sin castigarme como ante.
ResponderEliminarLa edad es lo que tiene.
Un beso corazón, y mejor imperfecta y felíz que perfecta y desgraciada.
Desde luego que si, respondiendo a tu última pregunta. Es imposible gustarle a todo el mundo, y tampoco todo el mundo te gusta a tí, ¿y qué?
ResponderEliminarLo importante es estar bien contigo mismo, y ser diferente, no depender de lo que los demás piensen se ti. Importar lo que sientan los más cercanos, y si hay que mejorar en algo, se mejora, pero sin fustigarse.
Un beso y ¡ya queda menos para las vacaciones!, yo a mediados de mes.
Muy interesante lo de enseñar el amor incondicional a uno mismo. Se debería de empezar desde el colegio, seríamos adultos mas comprensivos con nosotros mismos y con los demás. También interesante lo de ser mejor y no el mejor. La competitividad en todo no vale para nada, solo para ser infelíz.
ResponderEliminarBuen artículo a tener en cuenta.
Qué dificil es hacerlo. Yo me encuentro defectos por todos lados. Sin embargo soy más consentidora con los de los demás. Aprender a quererse es complicado, para eso tienes que tener la autoestima muy alta y eso siempre no es posible. Pero todo es proponérselo y poquito a poco.....
ResponderEliminarBesos.
Contestando a tu pregunta, desde luego que sí, mejor ser uno mismo y no gustar, que estar haciendo el canelo imitando a otros para que después, hagas lo que hagas, tampoco caigas bien.
ResponderEliminarSi hay algo de lo que no podemos escapar es de ser como somos. Intentar ser otra persona solo trae inseguridad y malestar.
ResponderEliminarSomos lo que somos, imperfecciones y talentos.
Un beso y deseando coger vacaciones, ya se necesitan.
Pues si ya le caemos mal a la mitad de los que conocemos, démosle motivos para ello, jajaja, ¿no creéis?
ResponderEliminarLa semana que viene comienzo mis vacaciones, empezando la cuenta atrás, un beso.
Esa es la actitud. Lo malo es cuando caemos en el error de depender demasiado de lo que piensen o digan los demás de nosotros porque somos capaces de hacer cualquier cosa para recibir esa aprobación.
ResponderEliminarBuen día.
Esa es una de las cosas que vas aprendiendo con los años, a aceptarte como eres y, sobre todo, a no depender de los demás para gustarte y quererte. ¡Privilegios de la edad!
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
J&Y
El cumplir años tiene también sus ventajas y una de ellas es la de que te vas conociendo mejor. Eres como eres, con lo bueno y con lo malo. No tienes más remedio que aceptarte si quieres seguir adelante y dejar a un lado lo que digan de tí.
ResponderEliminarUn beso y buena semana de julio.
Hay que aceptarse tal cual eres, y los demás también tienen que aceptarte como eres. Esto no quita que tenemos que convivir, compartir,vivir en sociedad y tenemos que ser flexibles y tener capacidad para adaptarnos aunque eso suponga cambiar algunos aspectos den otros mismos que puedan ser mejora les para esas relaciones. Un beso
ResponderEliminarHay que aceptarse tal cual eres, y los demás también tienen que aceptarte como eres. Esto no quita que tenemos que convivir, compartir,vivir en sociedad y tenemos que ser flexibles y tener capacidad para adaptarnos aunque eso suponga cambiar algunos aspectos den otros mismos que puedan ser mejora les para esas relaciones. Un beso
ResponderEliminarDespués de tres años de taller de meditación (bendita la hora), ruptura de una relación abusiva (bentida también la hora) y un año de terapia... estoy aprendiendo a ser amable conmigo misma y a aceptarme como soy. Cumplir años me está sentando bien (tengo treinta y tres)y la sabiduría de tener algo vivido es un grado.
ResponderEliminarEl primer paso es quererme a mí misma, aceptarme como soy. Es fácil amar las luces pero no las sombras. Igual que me acepto, he de hacer lo propio con los demás. Me he tirado años intentando cambiar para adaptarme a lo que esperaban de mí y es un infierno. Rambo no me rescató, lo hice yo, jajaja.
El segundo es cuidar el diálogo interno. El lenguaje es mucho más poderoso de lo que parece. En vez de decirme: "qué desastre soy", me digo "vaya despiste que tengo". El caso es que en vez de calificarme e insultarme de despistada, me hablo del hecho. La autocompasión es algo que debería ser fundamental. Si muchas veces damos consuelo a los demás, ¿por qué no dárnoslo a nosotros mismos?
Tercero, fallamos y nos equivocamos.La autocrítica es una trampa mental y muchas veces paraliza. Los errores son valiosos como aprendizaje
Abrazos y siento el rollo.
Nuria, gracias por "tu rollo", me ha gustado leerte. Los tres pasos que describes son para seguirlos y me alegro que vayas saliendo de esa situación, que como todo, pasa.
EliminarEspero verte también por tu blog, no lo dejes.
Un beso.
Me acuerdo lo que me preocupaba antes lo que los demás dijeran de mi, y ahora, que confío en mi, que me gusto tal como soy, porque no tengo otro remedio, me da igual, y eso me hace sentirme muy bien.
ResponderEliminarPero hasta que he llegado a esto, ha pasado un tiempo y un poco de aprendizaje.
Besos, y poco ya para las ansiadas vacaciones.
Estas son cosas que deberíamos aprender desde pequeños, como aprender a hablar, a escribir....Parte de nuestra felicidad está en sabernos aceptar como somos,sin complejos ni culpas.
ResponderEliminarPor eso me gusta leerte, porque todo lo que planteas son cosas interesante a tener en cuenta, y que nos hace reflexionar.
Gracias y un beso, todavía no hay vacaciones pero llegarán.
una anónima más