4 de Abril de 2014
¿Zanahoria, huevo o café?
Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y lo difíciles que le resultaban las cosas. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo.
En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo:
- "Querida, ¿qué ves?"
-"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo
y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó:
y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó:
"¿Qué significa ésto, padre?"

"- ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?

Y tú, ¿cual de los tres eres?
Me ha gustado mucho tu cuento de hoy y es muy didáctico. En realidad no siempre reaccionamos de la misma forma pero deberíamos pensarlo, para intentar más a menudo ser como el grano de café
ResponderEliminarLa verdad es que no lo hacemos, depende de la situación, de las personas a las que nos enfrentemos, pero, aunque difícil, no imposible, y desde luego, inteligente.
EliminarMe alegra que te guste, viajero, y seguro que tú si te dejas guiar por el aroma, un beso.
Me ha gustado mucho tu cuento de hoy y es muy didáctico. En realidad no siempre reaccionamos de la misma forma pero deberíamos pensarlo, para intentar más a menudo ser como el grano de café
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu cuento de hoy y es muy didáctico. En realidad no siempre reaccionamos de la misma forma pero deberíamos pensarlo, para intentar más a menudo ser como el grano de café
ResponderEliminarIlustrativo desde luego que es, te hace ver las distintas posiciones que podemos tomar ante una adversidad.Creo que no siempre actuamos de igual manera, y dependiendo de cada situación, lo hacemos de una u otra forma. Me encantaría ser el café, pero creo que no siempre lo soy. Me acordaré, e intentaré dejarme llevar por el aroma.
ResponderEliminarBuen fin de semana, y creo que soleado, hasta el lunes guapísima.
Refleja con mucha claridad las distintas posiciones que adoptamos ante una situación crítica, y desde luego a todos nos gustaría ser el café, pero no siempre es posible.
EliminarPor fin soleado, pues a disfrutar del fin de semana. Hasta el lunes.
Recuerdo este cuento y aunque no siempre podemos ser granos de cafe, deberiamos rwcordat mas a menudo que si somos capaces en algunas situaciones de serlo. De esta forma sabremos que si lo intentamos seremos capaces de ser granos de cafe en otras situaciones circunstancias. Un beso
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