"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 15 de septiembre de 2014

15 de septiembre de 2014
Una mente maravillosa. 




Esta fantástica película es la que me hizo hace unos días reflexionar sobre un tema muy interesante. Viéndola por cuarta o quinta vez ( y las que me quedan) es cuando me di cuenta de lo poco preparados que estamos en nuestra sociedad para enfrentarnos a personas con este tipo de problemas.

Hoy, cada vez más , nos vamos acostumbrando a ver por las calles y como compañeros de trabajo incluso, a personas con minusvalías físicas. Gente con muletas, en sillas de ruedas, con prótesis, sordomudas.

Vamos rompiendo barreras arquitectónicas, se conciencian a los empresarios para emplearlos, se les forma....y lo que es más importante, vamos aceptando su integración con la mayor normalidad y colaboración, ¡como debe de ser!

Pero sin embargo, ¿estamos preparados para convivir con personas con minusvalías psíquicas?

Son personas que llevan sus muletas o sillas de ruedas escondidas, a primera vista no se ven, pero las tienen. También necesitan que se les ayude, que se vayan rompiendo barreras, a lo mejor no del tipo que ya conocemos, pero si reconociendo que son personas que sufren muchísimo y que no son culpables más que de haber nacido con esa enfermedad. Necesitan también reconocer su situación y aprender a convivir con ella.

En la película, que está basada en un hecho real, el primer paso lo dio él mismo  al reconocer lo que le pasaba y a aprender a vivir con ello. Viendo fantasmas que los demás no veían y asumiendo que toda su vida sería así.
Después cuando los que lo rodeaban empezaron también a aceptar su situación es cuando su vida empezó a desarrollase con una cierta armonía y sosiego.

Hay sitio para todos. Aceptar la situación de cada uno, personas con enfermedades psíquicas, bipolares, con trastornos de personalidad, y otras muchas enfermedades, que con un tratamiento adecuado y un poco de comprensión pueden llevar una vida normalizada, que no normal, con sus pequeños momentos de distorsión controlados ya, es algo a lo que debemos intentar llegar.

Poder tener información sobre ello y que ellos puedan también normalizar su vida contándolo sería algo a lo que debe de aspirar una sociedad moderna como la nuestra.

Aprendamos todos a convivir, con minusvalías de un tipo o de otro, porque.....no sabemos cuando vamos a necesitar nosotros unas muletas.
¡Buen lunes!, podemos empezar esta semana con este propósito, estaría bien.

Hoy, Día Mundial del Cáncer, un recuerdo también para ellos.

6 comentarios:

  1. La película, "maravillosa", como su título indica. También la he visto en varias ocasiones.
    Es fácil tener empatía cuando se ve algo externo que nos indique que una persona tiene una cierta disfunción, así pasa con los que tienen el síndrome de down, por ejemplo. Más complicado lo tenemos cuando esas enfermedades dan la cara en momentos específicos y no sabemos muy bien por qué y además no tienen ningún signo externo que nos lo indiquen.
    Es peliagudo, además los que lo padecen como sus familiares, suelen ocultarlo, más que por vergüenza, por lo difícil de su explicación.
    Tengo un familiar con bipolaridad. Un chaval estupendo, listo, atractivo, aparentemente normal. Pero es bipolar. Hasta que decidió contarlo vivió un martirio, pero ahora que ya lo sabemos y conocemos en qué consiste, la vida de él y la de los que estamos junto a él, ha cambiado para mejor.
    No es fácil aceptarlo, hay que estar muy abierto y sin complejos.
    La gente que no acepta las desigualdades, son personas llenas de complejos.
    Falta más información, como tú dices y de esa forma lo tendrían más fácil.
    Menos mal que van saliendo famosos con estas enfermedades, parece que si ellos las tienen, no son malas. ¡Es así!
    Bueno, que te voy a hacer un artículo. Trata este tema en más ocasiones, o tu compañero psicólogo, es muy interesante.
    Hasta mañana guapísima, cuanta conmigo en el propósito.

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    1. Veo que estás sensibilizado con el tema y que te interesa. Cuando las cosas se hablan, y se hacen con naturalidad es cuando se consigue que se vean de esa misma forma, naturales.
      Es verdad que gracias a algunos famosos que se han atrevido a contar su enfermedad, ésta se va conociendo más.
      Más información y menos complejos, como tú dices.
      Lo tocaremos en otros artículos y de forma más científica.
      Gracias por tu gran comentario, no es fácil hacerlo de este tema.

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  2. Tiene toda la razón en que tenemos mucho que aprender en este terreno. Cuando nos encontramos frente a personas con una minusvalía física prácticamente todo el mundo es capaz de pensar rápidamente que dificultades,carencias etc, tiene esa personas, e incluso que podría hacer si fuera necesario ayudarla.
    En cambio cuando se trata de una minusvalía psíquica, hay un desconocimiento total de que es lo que estas personas necesitan, que es lo que sienten, sufren etc...y esto produce miedo y rechazo a lo desconocido, a lo que no se entiende o no se es capaz de comprender. La sociedad tampoco ayuda dando a conocer aspectos de estas minusvalías, que harían que la gente pudiera entender mejor a los que las sufren. Todos deberíamos tratar de aprender más sobre ello para tratar de comprender y aceptar mejor a estas personas porque de esta forma ellos también se sentirían mucho mejor. Un beso

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    1. Por eso es importante sensibilizarnos con el tema, y mientras más se hable de ello mejor.
      El desconocimiento de las cosas produce también rechazo, y cuando se tiene información, empatía.
      Buen regreso, viajero. Un beso B.

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  3. Aprendí a ser más flexible y más comprensiva cuando yo misma estuve con tratamiento de antidepresivos. Desde entonces tengo más compasión con las personas con problemas que no se ven.

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    1. Hay conductas que podemos no entender precisamente porque no nos ponemos en sus zapatos, como se suele decir. Esa es la clave Nuria, ser más flexibles, y entender que cada persona es un mundo, bien por circunstancias de su vida, las externas, pero también por otras, las internas, y de las que no pueden desprenderse. Creo que más que compasión, lo que buscan es comprensión.
      Sufren mucho, y la aceptación por parte de los demás podría aliviarles bastante.
      Espero que te encuentres mejor.
      Un beso.

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