"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

jueves, 4 de septiembre de 2014



4 de septiembre de 2014
 DISCUTIR ¿porque?





En este mi primer post del nuevo curso y enlazando con la idea de buenos propósitos de mi compañera de Blog, me atreveré a hacer una reflexión sobre algo que suele cargarse de un plumazo muchos de nuestros buenos propósitos: Las discusiones.

Discutir implica debatir e intercambiar ideas. En nuestro país, la palabra discusión, va más allá de un simple debate. El momento de intercambiar ideas, lo aprovechamos para lanzar contra el otro motivos de rabia y frustración que se nos han quedado dentro. Entonces, la discusión se convierte en un combate para ver quién puede más. Parece que el que más grita es el que tiene razón.

No es lo mismo discutir un punto de vista con alguien que nos es ajeno o desconocido que con alguien de nuestro entorno cercano.
Es decir, sabemos discutir manteniendo la calma y la moderación. Sin embargo, somos inseguros, y eso se nota en la necesidad de tener el poder. Así, si consigo que te arrepientas, me pidas perdón, te estoy trayendo a mi terreno dominante, soy más fuerte y tú te conviertes en el débil dominado.

Convertimos la discusión en una batalla a ver quién gana, no en un debate que pretenda acercar posiciones o entender mejor al otro. Por eso el objetivo es desarmar al contrincante.

Las discusiones de este tipo son frecuentes en las parejas y entre padres e hijos, porque es donde se establecen relaciones de poder. Pero también entre amigos y entre relaciones favorables. Tal y como entendemos las discusiones nunca hay ningún ganador, pues los temas siguen quedando abiertos y el que cree que ha ganado, se da cuenta que se ha extralimitado y ha abierto en el otro una herida, que lejos de zanjar el asunto motivo de la discusión, ha abierto nuevos frentes que harán que la relación se resienta aún más.

Aceptando que son inevitables, la próxima semana veremos como hacer que, en lugar del principio de la ruptura de la relación, la discusión sea algo positivo y enriquecedor.


¡Buen artículo compañero! pero te aseguro, que así y todo, no se va a cargar de un "plumazo" nuestros buenos propósitos de esta vuelta a la rutina.....con discusiones o sin ellas.

6 comentarios:

  1. Cada día discuto menos. Hay personas con las que, digan lo que digan, ni entro. Me gusta debatir pero con personas de nivel, que tengan algo que aportar. Hoy no hay buenos debates, solo discusiones y gritos.
    Estoy con Carmen en que a pesar de todo sigo con los propósitos de después del verano, y os digo una cosa, ¡que bien!
    Sebastián, espero impaciente el artículo que propones, y a ti Carmen, hasta mañana guapísima.

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  2. Buena disciplina y admirable, porque hay veces que determinadas personas te hacen sacar lo peor de ti con sus comentarios.
    Así me gusta que no decaigan las ganas de hacer las cosas que nos hemos propuesto, todo es empezar, aunque mi compañero quiera picotearme, jajajaa.
    Buen jueves anónimo.

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  3. He querido decir boicotearme, que no se me enfade, a ver en qué estaba yo pensando, ufffff

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  4. Ese tipo de discusiones las evito. No me gustan las batallas campañes. Eso sí, no me callo ya y y digo lo que pienso, de buenas maneras. Una cosa es no entrar en fregados y otra callarte y tragarte las cosas por no discutir.

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    Respuestas
    1. La verdad es que no es fácil Nuria. Cuando empiezas la discusión con alguien que sabes que siempre tiene que llevar razón, yo ya opto por dejársela, suelen ser personas que no escuchan, más que a sí mismos, por lo que no gasto mis energías en ello.
      En algunas ocasiones una buena callada dice también mucho, ¿no crees?
      Gracias por tu reflexión.

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    2. Una retirada a tiempo es una victoria, como bien decía Napoleón. En muchas ocasiones no discutimos, lo hacen nuestros egos.

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