“¡Ay,
si soy como mi madre!
¡Me
parezco a la del anuncio del detergente!. Hay veces que me veo
haciendo y diciendo las mismas cosas que mi madre, con lo poco que me
gustaba que me lo dijera a mi y ahora les repito eso mismo a mis
hijas. Eso me hace pensar que lo que yo les digo y que creo que no me
escuchan no caerá en saco roto y que algún día ellas se lo
repetirán a las suyas.
Aún
cuando las cosas cambian, y a paso agigantado, aún cuando las
mujeres son ahora más liberadas y con roles distintos a los que
tenían las de la generación anterior, seguimos las mismas pautas de
comportamiento que ellas, aún a nuestro pesar.
Pensamos
que nunca seremos mayores y que cuando lo seamos no seremos como
ellos, seremos mejores, más guapos, con más salud, con más
energía, con más posibilidades...., vamos que nos vamos a quedar
siempre así de bien, y un día empiezas a hacer las mismas cosas, te
empiezan a salir las primeras canas, a acomodarte en determinadas
situaciones, a jubilarte, a tener nietos....,y te das cuenta de que
te llegó a ti también la hora, ¿y ahora qué?.
Cuidemos
a nuestros mayores, dándoles el lugar que les corresponden,
oyéndolos, que tienen todavía mucho que decir, en definitiva,
tratémosles como nos gustaría que nos trataran a nosotros el día
de mañana, porque seguro, seguro, que llegamos antes o después a
ser como ellos, y agradecidos, porque será señal que estamos
todavía aquí.
¡Va
por ti, mamá!
Kika!
ResponderEliminarYa está leìdo por la abuela!
Muy bonito lo que has escrito!
Un beso
Gracias morena mia, sabia que podia contar contigo.Ya hablare con ella esta noche..Un beso.
ResponderEliminarMaria es una reflexion adecuada para cualquier generacion y yo diria que para ka que nos ha tocado vivir aun mas. Seria bueno que pudieran leerlo muchas y muchos adolescentes, a alguno seguro que le hacia oensar. Muy bueno tu post de hoy. Un beso
ResponderEliminarJavier
Gracias,espero que tus hijas lo lean,por lo que a nosotros nos toca.Yo voy por la fase de las canas y el acomodo,y tu?
ResponderEliminarUn beso.