"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

30 de Octubre de 2013
Autocontrol y Neutralidad (1)




Como ya manifesté en algún post anterior, es mi intención hacer, a lo largo de las próximas semanas, algunas reflexiones sobre el control de las emociones en la mesa de mediación. Pero he aquí que cuando me disponía a escribir sobre como el mediador puede manejar un ataque de ira de una de las partes o el brote de un llanto en la otra, he recordado un comentario bastante frecuente en círculos de mediadores en formación:

¡¡¡qué difícil se me va a hacer ser neutral en una mediación de un conflicto de una pareja en la que una parte
(generalmente el hombre) se muestra dominante y se prodiga en gritos y amenazas hacia la otra (generalmente la mujer)!!!

Tengo una noticia que darte, "nadie dijo que fuera fácil, pero que lo logres es imprescindible". La neutralidad del mediador es el eje principal sobre el que gira y en el que se apoya todo el proceso.

Los psicoterapeutas conocen muy bien lo que es la "CONTRATRANSFERENCIA", “Respuesta emocional inconsciente del terapeuta frente al paciente; que está determinada por las necesidades internas del terapeuta, mas que por las necesidades del paciente, y puede reforzar la historia traumática del paciente si el terapeuta no la controla".

Cuando las acciones de una persona, en este caso, una de las partes, nos provocan una determinada emoción, o una serie de pensamientos y nos provocan una determinada actitud hacia él, es un buen momento para que, como profesional de la mediación,
nos planteemos: “¿qué me pasa a mí para reaccionar de esta manera? ¿Hay alguna circunstancia mía personal que me afecte en el trabajo y en concreto con esta persona? ¿Tiene algo o hace algo esta persona que asocio a alguna situación dolorosa y por eso me irrita? ....."

Si no lo manejas adecuadamente habrás construido un muro entre ti y la neutralidad, y habrás tirado por la borda un caso de mediación, con el consiguiente perjuicio para las partes. 



La semana que viene trataremos de apuntar alguna solución para este dilema. 


No te lo pierdas, hasta entonces......



3 comentarios:

  1. Enhorabuena!, muy interesante este tema, espero con ganas y entusiasmo el siguientes post. (R.Coto)

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  3. Muy buen tema. Es muy necesario el no posicionamiento, porque en este caso, el resultado del proceso estaría sesgado a favor de una de las partes. Es muy difícil conseguir un equilibrio, tanto en el proceso como en la negociación. Por eso, resulta imprescindible la armonia........aquí en la mediación y en nuestra vida


    Encuentra la armonía.
    Y verás en equilibrio,
    El universo de tus días.


    M.García.

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