"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

27 de Noviembre de 2013
Vergüenza y Mediación






Insistimos en que el poder de la mediación radica en que esta permite a las partes tomar conciencia de su responsabilidad en el conflicto, al reconocer el punto de vista del otro y al aceptar los, a veces ocultos, intereses propios, que hacen que el conflicto se mantenga lejos de la solución.


Pero esto supone una alta exigencia para el ego y la autoestima, ya que uno puede llegar a temer que a lo largo del proceso va a tener que "desnudarse" ante un tercero (el mediador).

Este temor puede tomar forma a través de la vergüenza. 


Pero ¿Qué es exactamente la vergüenza? Es más que un sentimiento.
Es un grupo de respuestas físicas (bajar los ojos o sonrojarse) mezcladas con acciones predecibles (esconderse o alejarse de los demás), pensamientos desagradables ("soy un fracaso") y desesperación espiritual. La vergüenza es la creencia dolorosa en una deficiencia básica en uno mismo como ser humano.


La vergüenza se genera cuando alguien nos envía reiteradamente el mensaje de “eres malo”, “eres tonto”, “no puedes”, sin decirnos exactamente qué es lo que no le gustó y generalmente sin darnos una idea clara de qué podríamos hacer en lugar de ello, o cómo hacerlo.

 Todos estos mensajes que aceptamos son dados por alguna figura que la persona identifica como "autoridad”, que es lo que un mediador inexperto puede llegar a representar para ella
.

Para combatirla, el mediador debe en primer lugar cultivar la confianza
de las partes en su figura, para ello su aliado es la seriedad y confidencialidad del proceso, y en segundo lugar debe buscar y potenciar la comunicación asertiva de las partes, haciéndoles ver que cada persona es diferente y diferentes son sus creencias, por lo que es inútil pretender ser perfecto y actuar siempre de acuerdo a las normas y creencias de los demás.


Ardua labor la del mediador, pero gratificante tanto para él como para los mediados. Mantener la confianza, siendo neutral y manejando técnicas efectivas para hacer que ellos resuelvan sus difencias....ahí queda.





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