"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

viernes, 29 de noviembre de 2013

29 de Noviembre de 2013
La Herencia.



En un país árabe un mediador itinerante iba haciendo su ruta montado en su camello.   

A la entrada de un pueblo observó como tres hombres discutían acaloradamente, se acercó a ellos y tras preguntar por qué discutían le respondieron que eran hermanos y su padre había fallecido dejándoles en herencia todos sus camellos debiendo repartirlos de la siguiente forma: la mitad para el primogénito, una cuarta parte para el segundo hijo y una sexta parte para el más pequeño.

El problema era que el padre les había dejado once camellos y no sabían cómo hacer el reparto sin cortar algún animal, cosa que no querían hacer.

 El mediador itinerante se quedó pensando unos momentos y les dijo: “Disponed de mi camello como si fuera vuestro y podréis encontrar la solución.”

                                                                                                                      



  
 Al disponer del camello del mediador los tres hermanos tendrían doce camellos. Si efectuaban el reparto tal y como había dispuesto su padre le correspondería al mayor la mitad de los camellos que son seis, al segundo una cuarta parte que son tres y al menor una sexta parte que son dos.



Pero como 6+3+2= 11  les sobraba un camello que es el del mediador. Le devolvieron su camello y organizaron una fiesta para agradecerle su intervención y el mediador siguió su camino en busca de más conflictos que gestionar. 


Tan fácil como eso, un sólo gesto simple y a la vez definitivo con el que se soluciona un problema importante. ¿Todo el mundo habría caído en hacer lo que hizo el mediador?





Esa es nuestra labor y después......desaparecer, dejando a los mediados celebrando su victoria.








Feliz fin de semana y hasta el lunes.


F

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