"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

lunes, 2 de diciembre de 2013

2 de Diciembre dee 2013
LOS DOS ROMBOS.....¿ERES DE ESA ÉPOCA?



¡¡¡¡Cuantos recuerdos.....!!!!.Sentados todos en la salita, uno al lado del otro, cinco, con la ilusión de ver la película de turno, cuando de repente aparecía en la tele, al margen derecho de la misma y de color blanco para que se viera bien sobre el fondo negro.....los dos rombos.

Codazos, silencio, cara de despistados por si mi padre no estuviera mirando la tele en ese momento, pero no, mi padre siempre los veía, y con una sola mirada hacía que los cinco empezáramos a desfilar dando las buenas noches, con cara de fastidio y de resignación para la cama.

Eso fue después, porque antes era la hora de irse a la cama cuando aparecían en la tele
los hermanos de la familia Telerín, que además eran como nosotros, cada uno teníamos el nuestro,al que nos parecíamos,  cantando el "vamos a la cama que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar".

En mi casa, de pequeños, sólo teníamos una tele, y dos canales, como todo el mundo, y además el mando, cuando existió, porque antes si querías cambiar de un canal al otro canal, te tenías que levantar, era propiedad de mi padre. Y digo propiedad, porque además se quedaba con él dormido en la mano, y ni siguiera en ese momento podíamos hacernos con él porque se despertaba y entonces ya no había forma de poner lo que queríamos.

En mi casa nunca se compraba un bizcocho, tarta, magdalenas....nosotros las hacíamos. Todos los días mi madre, algunas veces con nuestra ayuda, hacía un bizcocho y calentito nos lo comíamos de merienda. Si no, bocadillo de chocolate, de chorizo, salchichón de Salamanca.....

Celebrábamos los cumpleaños en casa, nada de Mc Donald's o pizzerias. Mesa con mantel de hule o de tela de cuadros o flores, bizcocho,
sandwiches de jamón y queso, y de atún y mahonesa, y a soplar las velitas, que no eran de números, si no de las individuales que te costaban trabajo de apagar.

La música, en el único tocadiscos que teníamos, hasta que ya de mayores, cada uno con el dinero de la comunión o de los cumpleaños conseguía comprase un radio-cassette o un comediscos para poderla escuchar cuando quisiera.

Nuestros entretenimientos preferidos, bajar a la calle a jugar cuando veníamos del colegio. Soltábamos la maleta o la mochila, cogíamos el bocadillo de la merienda, y nos juntábamos todos los amigos, niños y niñas, que todos éramos o del mismo bloque o de bloques de al lado, en el jardín con columpios que teníamos debajo de casa. Jugábamos al poliladro, a las canicas, a los cromos, al elástico, a la comba, patinábamos, con aquellos patines de hierro que con sólo girar una ruedecilla los ajustábamos al pie, montábamos en la bici, y sin cascos ni rodilleras......

Cuando íbamos de viaje, los cinco íbamos detrás. Mis dos hermanos mayores en las puertas y nosotras con el más pequeño, nació cuando mi hermana que es la cuarta tenía 6 años, en el centro, bien apretaitos y por supuesto sin cinturón.

Seguiría recordando y recordando, y siempre con una sonrisa como estoy ahora. ¿Que si había algo que no nos gustaba?, pues claro, pero, por lo menos en mi casa, con muy poco derecho al pataleo. Es lo que tocaba, y mejor no protestar mucho por si nos caía  otra tarea complementaria.

Así era más o menos la vida de los que conocimos  los dos rombos. Y ahora que soy yo la madre y tengo dos hijas, ¿que tal si volvieran a ponerlos y no ahorrábamos la tarea de mandarlos a la cama?, pues .......no sería mala idea, seguro que muchos de los "míos" lo desearían.

...y a pesar de todo, éramos felices.

Estrenamos mes y el último del año, aprovechémoslo.

2 comentarios:

  1. Todos somos caminantes
    Que en la ruta de la vida
    Alzamos nuestro estandarte,
    Unos bonitos instantes…..
    Recuerdos que no se olvidan.
    De nuestras cosas de antes

    M. García

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  2. Y no se olvidan......y a la hora de recordarlos, lo haces siempre con agrado.
    María bienvenida!!!!

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