"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

martes, 18 de marzo de 2014

18 de Marzo de 2014
Ya que nos separamos, ¡hagámoslo bien!





Ya sea una decisión compartida o  no, separarnos de nuestra pareja es un proceso triste y doloroso, a veces regado con dosis de resentimiento y ganas de batalla.

Aceptar que nuestros caminos se han alejado y valorar todo lo bueno que hemos tenido hasta ese momento, es el primer paso a dar para seguir adelante.

En algunas ocasiones, que una relación se termine, es lo mejor que puede ocurrir, que no quiere decir que hubiese sido mejor que nunca comenzase.

Una pareja se separa bien cuando aquellos  que la forman salen de la misma más enriquecidos de lo que entraron. Es fundamental que ambos comprendan que, más allá del dolor de la separación, han ganado todo lo que han podido compartir durante ese tiempo.


Con frecuencia adoptamos una modalidad defensiva frente a la disolución de un vínculo que consiste en desvalorizar al otro. Así se escudan frente al dolor de la pérdida, pero entran en un camino que no hace más que conducirlos por un espiral descendente en el que el pesar y la miseria crecen cada vez más.

El resentimiento es uno de los sentimientos más frecuentes que se genera tras  una disolución de pareja, y a la vez  el principal obstáculo para terminar bien una relación.

Podemos sentir tristeza, pues algo que queríamos se va, se pierde, pero no enojarnos, porque no nos han quitado nada que nos perteneciera.

Algo que si podríamos hacer y que nos reconfortaría bastante es estar agradecidos por el tiempo que sí hemos compartido, más que lamentarnos o estar resentidos por el tiempo que se nos ha negado.

Las claves para separarnos bien serían:
1.- Aceptar la tristeza.
2.- Rescatar lo bueno.
3.- Ser valientes, tener el coraje de ponerle fin.

4.- Pensar en el otro y tener en cuenta su dolor.
5.- Buscar apoyo y no tener vergüenza de hacerlo.

Con todo esto, aprenderemos a decir adiós
con serenidad. No, no es fácil, pero tampoco imposible, y de esta forma sólo perdemos parte de un futuro incierto, pero al menos no perderemos el pasado que ya hemos vivido y es parte de nuestra existencia.


Pensémoslo, y pasemos página de forma inteligente, porque nos merecemos seguir siendo felices,


 esa es la clave.



6 comentarios:

  1. Si es que mi mamii escribee unass cosas muuu bonitas! :)

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    1. Cristi, que alegría, "hiji dos". Me alegro que nos veamos por aquí, ya nos queda menos para vernos en la playa. No dejes de leerme, aunque sea de vez en cuando, un beso ¡morena!

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  2. Cuanta razón...no creo que sea tan difícil aplicar todo lo dicho anteriormente, si es cierto que depende mucho de como sea la persona, pero al fin y al cabo voluntad tenemos todos, más o menos desarrollada, pero existe en nosotros y con ella, coraje, valentía etc...es todo mucho más fácil.
    Si es cierto, que cuando terminamos una relacion lo primero que se te pasa por la cabeza y lo primero que buscas saber desesperadamente es en que se ha fallado...cuando probablemente ningún fallo haya sido el causante de una ruptura. Tendemos a culparnos o culpar a la otra persona y realmente no hay culpables...el amor igual que viene va, dura lo que tiene que durar y nadie es culpable de ello, quizás lo más difícil sea aceptar que la persona que estaba mañana, tarde y noche en un primer plano pase a un tercero, que no ya ni a un segundo...
    Como yo digo el amor es mágico hasta en el momento en el que desaparece y aparece el desamor...hay tiempo para todo, para llorar, para berrear, patalear...pero en su justa medida, sin pasar los límites y sabiendo afrontar lo que la vida te acaba de lanzar.
    Las diferentes etapas que se viven en todo el transcurso son maravillosas si se saben llevar y todos somos capaces.
    No existe recuerdo más bonito que el que te provoca una sonrisa, si alguna vez has estado enamorado habrá algún recuerdo con el que se te escape una sonrisilla y el valiente que se niegue a aceptarlo no sabe lo que se pierde.
    Vamos a vivir el amor pero conscientes de que algún día podamos vivir el desamor, así que no le cierren las puertas a nada y disfruten y aprendan de todo lo que la vida nos regala, sobretodo aprendamos!
    Un besoo! ;)

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    1. Sin palabras me he quedado. Un comentario fantástico, me quedo con tu última frase, "Vamos a vivir el amor pero conscientes de que algún día podamos vivir el desamor,.......y aprendan de todo lo que la vida nos regala", me encanta.
      Un beso Teresa, y dejate caer más con tus comentarios.

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  3. Carmen, hoy no he podido ser el primero, me han cogido la vez.
    Si para casarse hay que pensarlo dos veces, para separarse, por lo menos tres.
    Me parece lógico y hasta inteligente hacer lo que tú propones en este artículo, sería la manera más fácil de salir de una relación lo menos dañado posible. Pero es bastante complicado, se tendría que hacer un curso previo, asentarse emocionalmente, y también dependiendo del porqué de la separación.
    Así y todo, sensatoy civilizado es, además de tener la valentía de saber poner fin a esa relación que ya no tiene más finalidad que la de tirar cada uno por un lado.
    "Rescatar lo bueno", me ha parecido interesante, porque llevas toda la razón del mundo, se tiende a no verlo aunque haya existido.
    Guapísima, me voy, que ya es hora, te leo después la respuesta, y hasta mañana.

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    1. Si que es lo más inteligente y lo más sensato, llevarse lo bueno de lo vivido, y dejar que el tiempo borre lo malo o menos bueno.
      Nadie es posesión de nadie, y no se puedes obligar a nadie a que te quiera. Las cosas, muchas veces suceden porque tienen que suceder, y a la larga es para bien, aunque en ese momento no lo veamos.
      Gracias siempre por tu comentario, aunque sea más tardío. Hasta mañana anónimo.

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