"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

viernes, 15 de noviembre de 2013

15 de Noviembre de 2013

"El café pendiente"




Historia real que se puso de moda en Italia pero 

 también aquí en España, leámosla y si nos gusta 

llevémosla a la práctica, es reconfortante y efectiva.




"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una




 mesa. Luego entran dos personas.:



- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".



Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:



- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?



Me dicen:



- Espera y verás.



Luego vienen otras personas. Dos chicas


 piden dos cafés - pagan


 normalmente. Después de un tiempo, 

vienen tres abogados y 

piden siete cafés:



- Tres son para nosotros, y cuatro


 “pendientes”.

Pagan por siete, se toman los tres y se 


marchan. Después un 


joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos 

sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la 

plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en

 la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en 

voz baja:



- ¿Tienen algún "café 

pendiente"?













Este tipo de caridad, por 

primera vez apareció en 

Nápoles. 

La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede


 permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en

 los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino 





también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de

 Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.





Que poco trabajo cuesta, y que buen resultado da. ¿Nos 

atrevemos a seguir esta moda?



¡¡¡¡Buen fin de semana, a desconectar y disfrutar!!!!

2 comentarios:

  1. Cual forma de solidaridad con los que tienen necesidades esenciales deberia ser casi una obligacion,logicamente cada uno en la medida de sus posibilidades

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  2. Pues sí, seguro que todos los que nos tomamos un café de vez en cuando, tenemos la suerte de poder pagar otro, nos nos supone casi nada y el que lo recibe, sin tener que pedirlo, lo agradece de corazón.

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