"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

martes, 17 de septiembre de 2013

18 de Septiembre de 2013
LA VOLUNTAD EN MEDIACION





"El conflicto es voluntario, el acuerdo, también".



El conflicto surge porque en algún momento de la relación entre las personas, estas deciden voluntariamente enfrentarse. 

A veces puede ser difícil identificar ese momento e incluso alguna de las partes enfrentadas puede negar su voluntariedad en la aparición del problema, pero al igual que una discusión no se da si uno de los actores no quiere discutir, un conflicto necesita que ambas partes quieran generarlo y mantenerlo, aunque sea inconscientemente.

En un proceso de mediación, todos los actores quieren algo, probablemente cada una de las partes quiera satisfacer sus intereses y el mediador quiera que los intereses que les enfrentan desaparezcan y emerjan reforzados los intereses comunes. 


En definitiva, nos encontramos ante un escenario en que las distancias entre lo que unos y otros quieren van a determinar la marcha de todo el proceso, y será casi imprescindible que el mediador provoque que unos y otros "cambien" sus intereses, en el sentido de lograr el acercamiento necesario y deseable.

Pero, sólo hay un medio para conseguir que alguien haga algo. Si, un solo medio. Y es el de hacer que ese alguien "quiera" hacerlo. Esto es palmario, no hay otro medio.




Si el mediador quiere conseguir de las partes que estas cambien sus intereses, es obvio que antes de nada debe identificar cuales son los intereses que podrían sustituir a los que ellas presentan como prioritarios y que son los que mantienen la confrontación.

 Si logra identificar estos intereses, que normalmente aparecerán en un segundo plano e incluso negados, el trabajo consistirá en crear el adecuado clima de comunicación para que las partes, por sí mismas, decidan cambiar el enfoque en sus pretensiones y dirigir su voluntad a querer satisfacer aquellas que no chocan con las de la otra parte.

Llegados a este punto, podemos preguntarnos ¿pero que es lo que quieren las personas? Mucho se ha escrito sobre el tema, y aunque pudiera parecernos algo lleno de complejidad, lo cierto es que no lo es tanto y que al final todas las personas nos movemos por los mismos intereses, que por orden de prioridad, según Maslow, son los siguientes:


-1-cubrir las necesidades fisiológicas
-2-tener seguridad
-3-cubrir las necesidades de afiliación
-4-gozar de reconocimiento
-5-autorrealizacion

El mediador debe estar familiarizado con estas cuestiones, en la inteligencia que cuanto antes identifique aquello que mueve la voluntad de las partes, antes podrá proporcionar el entorno que les permita llegar a su propio acuerdo.

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