DUELO Y MEDIACIÓN
Escribo cuando apenas han pasado unas pocas horas del
trágico accidente de Galicia, impactado aún por la dantescas imágenes y por la
heroica reacción de personas que nos hacen sentirnos orgullosos de ser lo que
somos.
Pero de todos los matices de lo ocurrido, me preocupa especialmente el
dolor de los supervivientes y el de los familiares de los fallecidos.
Para
ellos lo malo no ha terminado. Todos ellos se enfrentan a un amargo
duelo.
Duelo es el proceso por el que una persona que ha perdido algo
importante para ella (una persona que ha muerto o de la que se ha separado, pero
también otro tipo de objetos de vinculación como la casa, una mascota, la salud,
etc.) se adapta y se dispone a vivir sin ello. En este proceso, quien lo realiza
debe ser capaz de reconstruir su mundo (y por tanto a sí mismo) sin el objeto
perdido.
Durante el duelo la persona manifestara sentimientos como tristeza,
rabia, irritabilidad, culpa, autoreproches, etc. El primero, la tristeza,
induce
un estado de malestar y de impotencia en la persona que trata de ayudar que le
hace pensar que no puede hacer nada, pero nada más lejos, la simple disposición
a escuchar empaticamente, sin tratar de inducir comportamiento alguno, llega a
ser una ayuda extraordinaria.
Salvando las distancias, y con el máximo
respeto por lo ocurrido en el tren, y asumiendo que en un conflicto las partes
son víctimas de alguna pérdida, esto mismo es lo primero que debe hacer el
verdadero mediador:
ESCUCHAR EMPATICAMENTE, SIN TRATAR DE INDUCIR
COMPORTAMIENTO ALGUNO.
Nuestro más sentido pésame a todos los afectados.
Muy de acuerdo con la definición que le dáis al estado de "duelo".
ResponderEliminarSoy partidaria a que el duelo hay que pasarlo para poder avanzar con nuestras vidas, aunque no sea gustoso, es algo necesario.
Mi más sincero pésame también a las víctimas del accidente en Santiago, si yo pasé malos días... no me quiero imaginar cómo lo siguen pasando ellos...
Un saludo.
Muy de acuerdo con la definición que le dáis al estado de "duelo".
ResponderEliminarSoy partidaria a que el duelo hay que pasarlo para poder avanzar con nuestras vidas, aunque no sea gustoso, es algo necesario.
Mi más sincero pésame también a las víctimas del accidente en Santiago, si yo pasé malos días... no me quiero imaginar cómo lo siguen pasando ellos...
Un saludo.
Si, y por desgracia se que hasta que no pasa un tiempo la persona es incapaz de asumir la pérdida y por ello de restablecer su vida.
EliminarCon la ayuda de los que la rodean ese tiempo puede ser más corto, pero siempre es necesario el duelo.
Besos.
Creo que todos en cierto modo hemos tenido nuestro duelo por lo ocurrido en Santiago aún estando lejos de la tragedia, no sólo en la distancia sino en el aspecto emocional al no tener vinculación con las victimas. Aunque en nuestra vida diaria van ocurriendo situaciones que nos hacen vivir duelos en distintos grados, cuando ocurren estas catástrofes todos nos sentimos mal, en parte porque podíamos haber sido nosotros o algún ser querido y esto nos hace estar más cerca de la gente que realmente ha sufrido la tragedia. El duelo como adaptación en definitiva a la vida nos hace sentir y pensar de una forma única y diferente cada vez,y esto nos enriquece como personas y nos hace crecer al menos durante el tiempo que este dura.
ResponderEliminarLa verdad es que todos, de una u otra forma, hemos sentido lo ocurrido en Santiago.Si hay algo que nos reconfortó fue ver como todos acudieron a socorrer y a ayudar. En situaciones como ésta es donde se ve la calidad humana y el aguante personal, tanto físico como psicológico.
EliminarBs.
La verdad es que todos, de una u otra forma, hemos sentido lo ocurrido en Santiago.Si hay algo que nos reconfortó fue ver como todos acudieron a socorrer y a ayudar. En situaciones como ésta es donde se ve la calidad humana y el aguante personal, tanto físico como psicológico.
EliminarBs.