Tengo tres amigos "indigentes", ese es el nombre con que se les conoce.
Se dice que es indigente," la persona que no cuenta con ingresos suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades", "pobre que carece de vivienda adecuada y de ingresos propios y que viven en una situación de pobreza y marginación social".
Según estas definiciones, mis amigos son indigentes, y hoy me gustaría dedicarles este post a ellos.
La primera, MERCEDES,
tiene 46 años, los cumplió en agosto y muy contenta de poderlos celebrar.
Vive en el parque de los Príncipes, y sí......vive allí.
Pasa los días de calor y de frio sin quejarse, viviendo de lo que puede y comiendo de lo que le dan.
La conocí una tarde paseando a mi perro.
Se me perdió la correa y al no encontrarla, y mira que busqué, tuve que cogerlo en brazos e irme del parque.
A la tarde siguiente vino a buscarme muy sonriente porque la había encontrado. Me
No se quien se puso más contenta de encontrar la correa, si ella o yo. La cara de felicidad que tenía al dármela superó la lógica de cualquiera de nosotros. Para ella el haber conseguido ayudarme en mi desesperación de la tarde anterior, satisfizo con creces el tiempo que le había dedicado.
Ahora hablamos cada vez que bajo al parque con mi perro, conoce a mis hijas, a mi marido, y al grupo de amigos que nos vemos con asiduidad en el parque con nuestros perros.
Siempre sonriente, ferviente devota de la Virgen del Rocio, presumida y jovial, y....mi angel custodio,
ya que sigue encontrándome aquello que pierdo, gafas, mechero....(soy un desastre). Gracias Mercedes.
es un saharaui que vigila los coches que aparcan detrás de mi casa.
Lo conocí por mi hija Gema. Ella pasaba todas las mañanas temprano con otro amigo para ir al colegio y se saludaban.
Un día que salí con ella, nos vió y desde ese día nos saludamos.
Es joven, siempre con la sonrisa, muy limpio, vestido de blanco, y allí donde esté me busca con la mirada hasta saludarme, yo hago lo mismo y le sonrío.
Le doy para un café cuando puedo, y hablamos del tiempo, de su familia....
Habla estupéndamente, ya quisiera hablar yo el inglés así, después de tantos años intentándolo.
El tercero es un AFRICANO,
alto, grande, sonriente también pero con un poco de tristeza en la mirada.
No digo el nombre porque no he tenido la oportunidad de preguntárselo.
Está en un semáforo cerca de mi casa en el que yo paro cuando vengo de Carrefour, es decir, una vez a la semana.
En el escaso tiempo que el semáforo está en rojo nuestra conversación es: "...guapa, como éstás?, ¿la familia bien?".
Le contesto y le pregunto que cómo está él, le doy algo suelto y nos despedimos hasta la próxima vez.
El sólo hecho de tener un poco de humanidad
con estas personas les reconforta como una buena comida, que lo uno no quita lo otro.
El brillo que tienen en los ojos cuando les hablas, les tratas por un momento como a cualquier otra persona, es indescriptible.
A mi me compensa, no me cuesta nada hacerlo y si cabe, me satisface tanto o más que a ellos.
Estos son mis tres amigos indigentes, si, PERO MUY BUENA GENTE.
Cansado ya de caminar….
ResponderEliminarDespojado de todo, sin destino,
No tiene nada por lo que luchar
Le abandonaron todos sus amigos.
En la mochila guarda su equipaje
Y algún recuerdo ya lejano…..
Pero, le queda un compañero de viaje
Un perro fiel que siempre está a su lado,
El único que no le dejará……..
M.García
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EliminarHola Carmen, aquí tienes la frase. Me da pena que no salga la imagen, pero no puedo subirla.
ResponderEliminarSALUDOS
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ResponderEliminarMaría no te preocupes, si cabe, me gusta hasta más sin ella, refleja todo el sentimiento que quieres darle, y haces una descripción muy buena y emotiva.
EliminarDe esta manera pueden verla por el blog y por facebook, para el que quiera seguirte en tus magníficas frases.
Seguimos con el reto. Bs.
No pensamos nunca que estas personas no solo viven solas sino que en muchos casos como los africanos están tan lejos de su tierra, de sus costumbres, de su cultura. Sin embargo su filosofía de vida es envidiable, han venido para sobrevivir aún en condiciones para nosotros infrahumanas, y a pesar de todo sonríen cada día como dando gracias por vivir un día más. Deberíamos pensar todos más con esa filosofía de vida, sonreír más sean cuales sean las circunstancias y sobre todo vivir el presente
ResponderEliminarPues sí, gente inteligente es la que piensa así.
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