Querer es poder
Esta es una frase que suelo utilizar a menudo,y que me encanta, porque encierra una gran realidad. También es cierto que no todo lo que se quiere se puede, es verdad, pero ya tienes la predisposición de llegar a conseguirlo, que de otra forma, sin querer, sería muy difícil si no imposible.
Antonio Bolinches define la voluntad como la capacidad de mantener libremente un esfuerzo continuado hacia los objetivos que deseamos. Para el filósofo Jose Antonio Marina, la voluntad es la motivación inteligentemente dirigida. Se trataría de, en primer lugar, inhibir el impulso, la inmediatez del deseo y su frustración, y en segundo lugar, deliberar el bien mayor que puede reportar dedicarnos a esa determinada tarea en vez de a otra, y por último, pasar a la acción y mantener el esfuerzo aunque no nos apetezca.

Para ver todo esto claramente, supongamos que queremos adelgazar. Si nos lo planteamos solamente porque así nos lo ha dicho nuestro médico, o bien porque tu familia te presiona para ello, seguramente no lo consigamos. Pero si lo encaminamos a mejorar nuestra salud, o bien porque nos apetece comprarnos determinada ropa que ahora no podemos, la conducta tiene un alcance mayor.
Esto nos hace plantearnos, el ¿que es lo que quiero?, adelgazar 7 kilos,(objetivo), y ¿para qué lo quiero?, para mejorar la salud, verme mas atractiv@,(metaobjetivo).
Mientras no percibamos la buena salud, o el vernos más atractiv@s como un bien mayor, vamos a seguir siendo víctimas de objetivos que a veces se logran y a veces no. De aquí la importancia del metaobjetivo.
Ahora bien, estos objetivos tienen que poder asumirse. Para ello, hacer una planificación, marcarnos metas. Tienen que ser medibles, tangibles. Y por último celebrar las pequeñas metas que vamos alcanzando. Es decir si nos proponemos adelgazar 7 Kilos, que lo podamos llevar a cabo, que sea una meta posible, no algo que ya de antemano sepamos que no lo podemos realizar, para ello, podremos regular el objetivo y ponerlo a nuestro alcance, un kilo al mes, por ejemplo. Y por último, valorar el esfuerzo realizado, premiarnos por ello, celebrarlo, porque es lo que nos va a impulsar a seguir con ese proyecto que nos hemos marcado.
Cualquier cambio que nos propongamos lo podemos empezar ya, paso a paso, con la condición de no entretenernos, siempre con una motivación y sin miedo.
Fuera la procrastinación, fuera el aplazar los objetivos,...... fuera el miedo a lograrlo.
Si quiero, PUEDO.
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