"... apasionados de la palabra, de los sentimientos... De todo aquello que hace que la vida sea mejor. Con gusto mediador"
Hola:
Somos Sebastián García y Carmen Sánchez, y en esta segunda etapa de nuestras vidas surge la idea de crear "Con Actitud y Media". Psicólogo y abogada que tienen como nexo en común la pasión por la mediación, la ilusión de hacer que la vida sea mejor con la palabra y la cultura del acuerdo.
Este es nuestro momento de "desaprender para aprender", como tantas veces nos ha dicho nuestro querido Javier Alés Sioli, y nos encantaría compartirlo con todos vosotros, con toda la ilusión del mundo. Intentaremos desde una frase diaria, comentar, contar... reflexionar en definitiva para hacer que "cada día cuente". Contaros también nuestros logros y nuestros avatares. Os esperamos.

miércoles, 12 de febrero de 2014

12 de Febrero de 2014
EL REPROCHE



El reproche es una de las formas de comunicación más perniciosa. Es un mensaje deficitario que no aporta nada positivo a la relación y que, muy al contrario, encasilla a las personas y sirve como profecía autocumplida que retroalimenta el curso de las acciones que precisamente denunciamos.


Cuando echamos algo en cara a alguien mediante el reproche, lo que estamos haciendo es enviar un mensaje de reafirmación de la conducta, algo parecido a: "te comportas así porque eres de tal modo y siempre lo serás".

Por otro lado, reprochar una conducta es algo que deberíamos pensarnos mucho antes de hacerlo, por varios motivos. El primero es que, probablemente, no todas nuestras conductas sean irreprochables en todo momento. Lo segundo es que todos somos diferentes y lo que para uno está mal puede que para otro no esté tan mal. Por último, a menudo no disponemos de toda la información y podemos estar haciendo un juicio sesgado y parcial.

Frente al reproche convencional podemos articular otro tipo de mensajes más constructivos y empáticos que de verdad sirvan para reconducir la situación y procuren un acercamiento entre los implicados.
La estructura de dicho mensaje sería algo así: "cuando tú haces tal cosa, yo me siento de tal modo, por tal razón". De esa forma, la otra persona tiene acceso completo a nuestra perspectiva, no se sentirá atacada y podrá comprender en qué modo nos afecta su comportamiento, por qué motivo y cómo puede hacer para arreglar la situación.

Seguro que no perdemos

nada por intentarlo, y seguro que ganamos mucho haciéndolo.

2 comentarios:

  1. Nada de reproches, a vivir la vida....Me encanta el perro, aunque se que tienes uno precioso. Hoy no he sido tan tempranero, el deber manda, pero no me olvido.

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  2. Si, el deber manda, ya lo veo, pero te agradezco que aunque más tarde, sigas dejando tu comentario. Mi perro es .....y además buenísimo.

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